Lunes sin colectivos ni soluciones y con cruce de acusaciones

La medida de fuerza de los trabajadores del transporte urbano de pasajeros declarada como "paro por tiempo indeterminado" fue ratificada en asamblea el domingo y por eso este lunes tampoco se verá circular colectivos por la ciudad, salvo que las empresas concesionarias del servicio paguen todo lo que le deben a sus empleados.

Esto es lo que declaró a los medios el secretario general de la UTA Jujuy, Sergio Lobo, sosteniendo que la condición sine qua non para que se destrabe el conflicto es que todos los choferes cobren sus haberes y el medio aguinaldo.

A pesar de lo terminante del planteo, el dirigente pareció dejar entrever una luz de optimismo, ya que deslizó que "si el dinero aparece en su totalidad en horas de la mañana" del lunes, "seguramente habrá empresas que paulatinamente vayan normalizando el servicio. Pero si eso no sucede, el paro seguirá", sentenció.

Quedó claro entonces que para levantar la huelga, la UTA Jujuy exige la cancelación de las deudas salariales a todos los choferes -unos 1.800 trabajadores en total-, pero las empresas dicen atravesar un estado de quebranto por la gratuidad del boleto para alumnos y docentes, mientras el Gobierno afirma que paga millonarias compensaciones y subsidios a las concesionarias, como también sostiene que este paro es "un conflicto privado" circunscripto a las empresas y sus trabajadores.

Los dirigentes de los colectiveros aseveran que el atraso en el pago de salarios viene registrándose desde enero pasado, por lo cual "queremos cobrar en tiempo y forma, tal como manda la ley".

Después que la UTA Jujuy desoyera el llamado a conciliación obligatoria dictado el viernes por el Ministerio de Trabajo y Empleo, el organismo anticipó la aplicación de sanciones y penalidades al sindicato, que no obstante volverá a ser convocado en las próximas horas para retomar el diálogo con los empleadores, con la mediación de las autoriades ministeriales.

Por su parte, diferentes voces hicieron conocer su posición, como los diputados Rodolfo Nieto y Néstor Sanabia y el presidente del Concejo Deliberante capitalino, Lisandro Aguiar, que desde el oficalismo fueron fuertemente críticos con el gremio de los choferes, los empresarios y la cámara que los agrupa, o el concejal justicialista Matías Domínguez, que en cambio cargó contra el municipio por la eclosión del conflicto.