El río Iguazú se desborda en el Parque Nacional Iguazú, regalando a los visitantes un espectáculo natural sin igual, impulsado por las intensas lluvias que han azotado la región en uno de los meses más lluviosos del año. A pesar de la suspensión temporal del acceso a la famosa Garganta del Diablo debido al nivel del río, la belleza de la selva y las cascadas en otros circuitos y senderos es más impresionante que nunca.
El mes de octubre ha testificado un asombroso aumento en la afluencia de visitantes al Parque Nacional Iguazú, con un total de más de 94.000 personas disfrutando de este paraíso natural. Esto se traduce en un promedio diario de 4.000 visitantes que se maravillan con la majestuosidad de las Cataratas del Iguazú.
El Circuito Inferior, hogar de saltos emblemáticos como Dos Hermanas y el Mirador Bella Vista, ofrece panorámicas impresionantes. Mientras tanto, el Circuito Superior lleva a los visitantes en un recorrido visual por la cima de los saltos, brindándoles una perspectiva única de este fenómeno natural.
Aventureros también pueden adentrarse en el Sendero Macuco, un camino agreste de 7 kilómetros de ida y vuelta que les permite explorar la selva y avistar especies únicas de aves, una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza.
A pesar de la suspensión temporal del acceso a la Garganta del Diablo, las Cataratas del Iguazú continúan deslumbrando a visitantes de todo el mundo con su caudal extraordinario y la exuberante belleza de la selva circundante. Este espectáculo natural en su máximo esplendor es un recordatorio de la majestuosidad de la naturaleza y la importancia de su preservación.
