En la reserva Güirá Oga, se ha desatado una gran preocupación debido a la fuga de dos pumas. Aunque uno de los felinos fue recapturado rápidamente, el otro aún se encuentra en libertad, y su búsqueda continúa. Jorge Anfuso, fundador de Güirá Oga, brindó más detalles sobre la situación.
Según Anfuso, el puma que aún no ha sido capturado se ha estado alejando cada vez más del recinto donde se encontraba confinado, lo cual ha generado preocupación. Sin embargo, gracias al respaldo del Parque Nacional y áreas selváticas vecinas, la entrada del animal a las comunidades se ha dificultado. Los perros locales y la inseguridad que representa para el puma también actúan como disuasivos para que el animal se acerque a zonas habitadas. Anfuso resaltó que el puma ha pasado varios días sin alimentarse, lo que dificulta su supervivencia y caza en el monte.
En cuanto a la causa de la fuga, se encontró un candado roto en el recinto, el cual está en manos de la Policía para su investigación. Cabe destacar que el recinto donde se encontraron los pumas es considerado de máxima seguridad y consta de cinco puertas que deben atravesarse para acceder a él. Con casi 700 metros cuadrados, el recinto está diseñado para brindar un ambiente similar al monte y tranquilidad a los pumas, según expresó.
Ante la posibilidad de que personas bien intencionadas hayan liberado a los pumas creyendo que estaban en un zoológico, Anfuso aclaró que estos animales, al haber tenido contacto con humanos desde jóvenes, no pueden ser reintroducidos en la vida silvestre debido a los riesgos que representan tanto para las personas como para ellos mismos.
En cuanto a los posibles problemas que un animal acostumbrado a los humanos puede generar, Anfuso aseguró que es una preocupación y se mencionan los esfuerzos que se están realizando para recapturar al puma de forma segura. Se han colocado trampas y se utilizan otros métodos para aumentar las posibilidades de éxito.
En relación a la cercanía de la reserva con comunidades aborígenes y barrios, se ha puesto en marcha un protocolo de seguridad. Esto implica el desalojo de las personas del centro y la alerta a los vecinos, parques nacionales, policía y otras entidades para evitar sorpresas y garantizar la seguridad de todos. Sobre si los pumas tienen algún dispositivo de rastreo, se aclaró que, al estar en recintos seguros, no se les coloca ningún tipo de rastreador o collar.
En caso de avistamiento del puma o hacer de encontrarse en presencia del animal, se recomienda no correr, sino gritar muy fuerte, gestos y saltar si es posible. Estos animales se asustan ante una demostración de ese tipo. Se debe informar de inmediato a las autoridades competentes, como la reserva Güirá Oga, el Parque Nacional y la policía local, para que puedan tomar las medidas necesarias.
