La lactancia materna es una práctica fundamental para la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. Los beneficios de la lactancia son múltiples y variados: ayuda a proteger al recién nacido de enfermedades infecciosas, favorece el desarrollo cognitivo del bebé, reduce el riesgo de enfermedades crónicas en la madre, entre muchos otros.
Sin embargo, a la hora de volver al trabajo, la lactancia se puede ver en muchos casos afectada. El debate se reavivó después de que Noelia Marzol, recientemente madre de su segundo hijo, compartiera en su cuenta de Instagram una foto en la que se la puede ver en el teatro amamantando a su hijo.
“Qué importante y valioso es poder tener el tiempo (en el trabajo) para amamantar! Qué lindo sería que sea para todas igual. El resultado: por 15 minutos que mi bebes pudieron “tetear” y yo pude trabajar feliz, sin deseos de estar en otro lado, tranquila, la producción salió hermosa y yo fui mucho más “productiva”, señaló.
Según señala la ley en Argentina, es importante promover y proteger la lactancia materna en todas las etapas de la vida, y especialmente durante el primer año de vida del bebé. La Ley Nacional de Lactancia Materna establece la obligación de promover y proteger la lactancia materna en todos los ámbitos, y establece medidas específicas para garantizar el derecho de las madres a amamantar a sus hijos.
Una de estas medidas es la licencia por lactancia, que otorga a las madres trabajadoras un período de descanso de 90 días corridos, con goce de sueldo, a partir del nacimiento del bebé. Durante este período, la madre tiene derecho a interrumpir su jornada laboral para amamantar a su hijo, y el empleador debe garantizarle un lugar adecuado y privado para hacerlo.
Además, la Ley de Contrato de Trabajo establece que las mujeres que están amamantando tienen derecho a reducir su jornada laboral en una hora, ya sea al comienzo o al final de la jornada, durante un período de seis meses después de la finalización de la licencia por lactancia.
Los beneficios de la lactancia
Para el bebé:
- Proporciona una nutrición completa y equilibrada, adaptada a las necesidades del bebé.
- Fortalece el sistema inmunológico del bebé, protegiéndolo de enfermedades y alergias.
- Favorece el desarrollo cognitivo y emocional del bebé.
- Reduce el riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares en la edad adulta.
- Facilita el vínculo afectivo entre la madre y el bebé.
Para la madre:
- Ayuda al útero a recuperar su tamaño y reduce el riesgo de hemorragias después del parto.
- Disminuye el riesgo de cáncer de mama y ovario.
- Favorece la pérdida de peso después del parto.
- Facilita la adaptación a la maternidad y mejora la autoestima de la madre.
- Ahorra tiempo y dinero en la preparación y compra de alimentos para el bebé.
