El mundo del espectáculo se conmocionó ante la trágica noticia del fallecimiento del cantante británico Liam Payne, exintegrante de One Direction, quien perdió la vida el 16 de octubre a los 31 años en un hotel de Buenos Aires, Argentina.
Según los informes policiales, Payne se cayó desde el balcón de un tercer piso en un hotel situado en el barrio de Palermo. A pesar de los esfuerzos del personal médico de emergencia, el artista no pudo ser rescatado debido a las graves heridas provocadas por la caída.
Con su notorio talento, el artista acumuló una notable fortuna, valorada en aproximadamente 70 millones de dólares, según informó la agencia británica Reuters. La mayor parte de este patrimonio provino de su exitosa carrera musical, tanto durante su tiempo con la boyband One Direction como en su carrera en solitario.
Payne, quien alcanzó la fama en 2010 junto a Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan en el programa de talentos The X Factor UK, vivió el rápido ascenso de One Direction a la categoría de fenómeno global, lo que generó enormes ingresos para todos sus integrantes. La banda se mantuvo activa hasta que anunciaron una pausa en 2015, momento en el cual Liam comenzó a explorar su carrera como solista.
Su carrera en solitario comenzó en 2019 con el lanzamiento del álbum “LP1″, que no solo le generó ingresos por ventas, sino que también le abrió nuevas oportunidades comerciales. Payne aumentó su fortuna a través de giras internacionales y, especialmente, al convertirse en embajador global de la reconocida marca alemana Hugo Boss, con la que lanzó dos colecciones de moda en 2019 y 2020, además de protagonizar una campaña para su fragancia. También se aventuró en el arte digital, lanzando la colección de NFT “Lonely Bug” en 2021, lo que añadió una fuente adicional de ingresos a su variada cartera de inversiones.
Para quién será la herencia de Liam Payne
Después de su fallecimiento, se espera que la mayor parte de la fortuna de Liam Payne sea heredada por su único hijo, Bear Gray Payne, fruto de su relación con la cantante y exjurado de X Factor UK, Cheryl Cole. Bear, nacido en 2017, tiene actualmente siete años, y según lo que Payne comentó en una entrevista para un podcast con Logan Paul, su deseo era que todo su patrimonio fuera para su hijo. “Mi vida ahora es suya, mi dinero es suyo”, afirmó el artista.
Payne también mencionó que había fundado varias empresas que podrían ser administradas por Bear al alcanzar la mayoría de edad, dándole la opción de decidir si quería continuar con el legado empresarial o venderlo. Esta afirmación subraya la visión a largo plazo que tenía Payne para garantizar el futuro de su hijo. Aunque aún no se ha determinado quién gestionará los bienes del cantante hasta que Bear sea mayor de edad, algunas especulaciones indican que su madre, Karen Payne, podría encargarse temporalmente del patrimonio.
Todas las propiedades de Liam Payne
Dentro de la considerable fortuna de Liam Payne, sus bienes raíces tienen un lugar preeminente. Payne poseía dos impresionantes mansiones, una ubicada en Malibú, California, y otra en Surrey, Inglaterra.
En 2015, Payne compró una impresionante residencia en las colinas de Malibú por 10 millones de dólares. Situada en la exclusiva zona de Monte Nido, la propiedad abarca casi cinco hectáreas, brindando privacidad y un entorno natural de gran belleza. La mansión principal tiene alrededor de 900 metros cuadrados e incluye una casa de huéspedes, un estudio de grabación, una piscina, estanques con peces koi, cascadas, jardines cuidadosamente diseñados y una casa de meditación.
Después de varios años intentando venderla sin éxito, Payne finalmente logró deshacerse de la propiedad en 2021, vendiéndola a la cantante Halsey por 10,6 millones de dólares. Aunque el precio le generó pocas ganancias, Payne se sintió satisfecho de haber concretado la venta después de tantos intentos fallidos.
Otro de los activos de Payne es su residencia en Surrey, una lujosa mansión de estilo georgiano valorada en 8,5 millones de dólares. Esta propiedad, ubicada en las afueras de Londres, fue comprada antes de su separación de Cheryl Cole.
La residencia dispone de cinco habitaciones y siete baños, así como lujosas instalaciones que incluyen una piscina, una cancha de fútbol y una cancha de tenis. Con un diseño moderno y vibrante, los interiores de la mansión presentan elementos excéntricos, como una figura de Iron Man a tamaño real, una sala de cine con una puerta secreta y un área de estar adornada con una alfombra de estampado de cebra y sofás de terciopelo. Tras su ruptura con Cheryl, Payne decidió poner esta propiedad a la venta y finalmente la vendió, obteniendo una ganancia de 1,9 millones de dólares.