Alejandro Garnacho, el joven jugador del Manchester United, jugó su tercer partido con la Selección Argentina ante Bolivia, en la altura de La Paz, y de esa manera quedó blindado.
El joven de 19 años es español, su padre también pero su madre es argentina. Sin importar su acento, él se siente argentino. Faltaba solo un partido para que quede atado para siempre a la camiseta argentina y se dio este martes.
A los 39′ minutos del segundo tiempo, cuando ya Nico González había marcado el tercer gol en un partido espectacular de todos, el técnico Lionel Scaloni decidió sacarlo y lo reemplazó Garnacho, quien se había quedado con las ganas de entrar frente a Ecuadro en el Monumental.
El joven hispano-argentino ya había debutado en los amistosos de este año ante Australia e Indonesia. Habiendo jugado “por los puntos” en esta segunda fecha de Eliminatorias se terminó de cumplir con las exigencias del reglamento FIFA, que impone un mínimo de tres partidos con un mismo país para “bloquear” la nacionalidad en jugadores menores de 21 años.
El joven delantero tuvo una satisfactoria participación durante los 9 minutos que jugó en el Hernando Siles: tocó la pelota en cinco oportunidades, acertó cuatro pases y perdió una sola vez el balón.
En más de una oportunidad dijo que estaba decidido a militar para Argentina: “No me hace falta jugar tres partidos”. Ahora, también en los papeles le pertenece a la albiceleste.
