Al momento de los Himnos nacionales en Paraguay, para la gran final entre Racing de Avellaneda y Cruzeiro de Belo Horizonte; la cámara recorrió a los jugadores formados y se detuvo varios segundos más en Adrián Martínez. En ese minuto le habrán pasado mil cosas por la cabeza a Maravilla, quien tuvo en Instituto a su trampolín para este presente de gloria: campeón de Copa Sudamericana y goleador del torneo.
Al convertir el segundo tanto de la Academia para el 2 a 0 en Asunción, Maravilla alcanzó los 10 goles en la Copa y a Yuri Alberto, del Corinthians de San Pablo. Con dos penales convertidos en esta cosecha. Y 29 goles en 46 partidos desde que se sumó como refuerzo en la Academia.
Una vida de película, con varios actos todavía por protagonizar. Y vendrán más. En una dura vida que le tocó llevar adelante fue recolector de residuos, albañil, estuvo en la cárcel siete meses por error, y llegó a ser campeón y goleador internacional. Ejemplo de superación.
Llegó a la Primera del fútbol argentino en 2023, a los 30 años y sin haber hecho Divisiones Inferiores. Federico Bessone, manager de Instituto, lo fue a buscar a Paraguay y trajo al que sería el goleador del año para la Gloria, con 18 impactos. A los 32 años, puso la rúbrica en la red para ganar la final internacional con Racing.
LA FE DE MARAVILLA MARTÍNEZ
“Todavía no caemos, es todo muy reciente... se sufrió hasta lo último pero levantamos una copa después de tantos años para el club. Es una bendición y una alegría para toda la gente de Racing”, expresó Maravilla Martínez.
“La verdad es que no imaginaba esto, pero cuando llegamos a la final... He ido a contar mi testimonio a alguna iglesia y he dicho que Dios nos iba a bendecir, que ibamos a salir campeones. Muchos dicen que decirlo antes es mufa, pero la fe es lo contrario, es decir las cosas que no vemos como si la viéramos”, resaltó el goleador.