Con la bronca comprensible de que se perdió un largo invicto como visitante, Diego Dabove analizó la derrota de Instituto 1 a 0 contra el Rosario Central de su colega y amigo Miguel Ángel Russo, por la fecha 10 de la Copa de la Liga.
“No me sorprendió nada de Central. Salió el partido como lo habíamos pensado. Estuvimos a la altura, hicimos un muy buen partido. Quizá merecimos algo más. Jugamos ante el último campeón, que está muy bien trabajado. Les dije recién a los muchachos, terminamos redondeando un buen partido. Con la bronca normal de la derrota”, recapituló el entrenador de Instituto.
“Sabíamos que íbamos a enfrentar a un rival con una localía muy fuerte. Miguel viene haciendo un trabajo enorme con este equipo. Sabíamos que iba a ser duro. Redondeamos un buen primer tiempo, quizá nos faltó un poco en el final. Fue un partido duro y parejo para los dos que se termina definiendo por detalles”, añadió Dabove.
Y completó: “Nos da tranquilidad que seguimos en el lote de arriba. El equipo está bien, en buena sintonía. Juega este tipo de partidos con mucha personalidad. Algunas cosas salen, otras no, como el resto de los equipos. Pero en general lo que me transmite el equipo es positivo”.
LA CAMISETA DE INSTITUTO, DEL HIJO AL PADRE
Al final del encuentro en Rosario, el DT local Miguel Ángel Russo esperó en la boca del túnel a su hijo Ignacio, delantero de Instituto. Lo saludo con afecto y caminaron jutnos donde, en zona de vestaurios, el futbolista Albirrojo le obsequió la camiseta.
Dabove tiene una larga relación con Russo. “Fue quien me inició en al carrera como entrenador”, destacó. Y en este mercado de pases llegó como refuerzo el delantero, proveniente de Patronato.
