La fiscal de Violencia Familiar Mercedes Balestrini dictó la prisión preventiva a un policía por la muerte de su novia Micaela Yohana García (24), la joven que recibió un disparo a comienzos de julio en una casa de barrio General Urquiza de la ciudad de Córdoba.
El policía Jonathan Carlos Nievas se encuentra imputado por el presunto "homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por el vínculo" de Yohana, de quien, en principio, se informó que había muerto en un supuesto accidente cuando manipulaban el arma reglamentaria durante una "previa" con amigos.
Por el mismo caso se encuentra con preventiva Luciano Andrés Giménez (25), imputado por supuesto "homicidio agravado por el uso de arma de fuego", dado que en principio se sospecha que habría sido el autor del disparo fatal.
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Micaela, madre de un niño de 6 años, recibió un tiro en la cabeza y murió a los minutos. Inicialmente se sospechó de un hecho accidental: se dijo que Giménez estaba "dado vuelta" por el alcohol y otras sustancias y le arrebató el arma a su amigo policía, durante una reunión de amigos en calle Vicente Dupuy al 3.100.
Pero poco después, en base a nuevas pericias, la fiscal Milagros Gorgas ordenó que también Nievas quede preso, y derivó la causa a la Fiscalía de Violencia Familiar. "Desde un primer momento no nos convencía la hipótesis del disparo accidental. Parece que la fiscal Balestrini coincide con nuestra idea de que en ese domicilio ocurrió otra cosa", dijo a Día a Día la abogada Elizabeth Riccardo, en representación de la familia de Yohana.
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Los defensores de ambos imputados apelaron la medida de la fiscal Balestrini, por lo que un juez de Control decidirá si continúan presos.
¿Accidental o planificado? Cuando ocurrió, todo indicaba que se había tratado de una muerte accidental propia de una negligencia. "Todo apunta a que no hubo intención. Parece que hubo exceso de consumo de sustancias y eso causó el hecho", explicó en su momento el comisario inspector Fernando Jones, a cargo del Departamento Homicidios.
"El amigo se la arrebató, apuntó para un costado y disparó", agregó Jones en referencia a Giménez, quien escapó corriendo con el arma en mano y fue detenido al día siguiente. Un dato llamativo: el arma reglamentaria nunca apareció.
La familia García marchó en varias oportunidades para reclamar justicia y para que se investigara también al novio policía de la joven, dado que no les "cerraba" la muerte de Micaela.
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A mediados de julio, en base a nuevas pericias, la fiscal Gorgas ordenó el arresto de Nievas, quien había egresado dos semanas antes de la Escuela de Policía. La causa fue girada a la fiscal Balestrini, y pese al hermetismo trascendió que al parecer el policía tenía restos de pólvora en sus manos y escoriaciones en el cuerpo, lo que, sumado al análisis de la mecánica del hecho, debilitaría la hipótesis del disparo accidental.
Por lo pronto, mientras se sustancia la causa con nuevas pruebas, a ambos acusados se les dictó la prisión preventiva.
