La candidata a gobernadora de Córdoba por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Liliana Olivero, afirmó este miércoles que la coalición aspira a recibir en las próximas elecciones el voto de "muchos militantes kirchneristas que han quedado huérfanos" tras la decisión de Cristina Fernández de bajar en la provincia la postulación de Pablo Carro.
"Aspiramos a tener el apoyo de muchos militantes y luchadores del kirchnerismo con quienes estuvimos en muchas discusiones públicas y que no pueden acompañar la candidatura de (Juan) Schiaretti, sencillamente porque es un garante del ajuste que aplica en la provincia el gobierno de (Mauricio) Macri", señaló Olivero en diálogo con Télam.
En ese sentido, recordó que los representantes nacionales del oficialismo provincial votaron en el Congreso "las leyes de ajuste, endeudamiento y pacto fiscal".
"El kirchnerismo bajó una candidatura en pos de una unidad del peronismo que no es tal. Schiaretti no es un opositor al macrismo. Por eso, insistimos en que vamos a poner las bancas que obtengamos en esta elección en la Legislatura al servicio de la lucha de todos los trabajadores", remarcó la dirigente de Izquierda Socialista, una de las fuerzas que actualmente componen el FIT.
De profesión psicopedagoga, Olivero (63 años) fue también empleada y delegada en el Banco de la Provincia de Córdoba y legisladora provincial en cuatro oportunidades y en 2013 renunció a su banca en función del acuerdo de rotación por dos años convenido entre los dirigentes del FIT.
La candidata afirmó que en las elecciones del próximo domingo el FIT aspira a mantener las tres bancas que tiene en la legislatura local y a "crecer en los barrios de Córdoba Capital".
"Fue una campaña difícil para nosotros. La hicimos muy a pulmón y tuvimos que confrontar con la gran cantidad de recursos que pusieron los grandes partidos como el PJ, la UCR de (Ramón) Mestre y Cambiemos de (Mario) Negri", subrayó.
