El proceso llevó aproximadamente un mes de trabajo, estudiando su ubicación y necesidades básicas para comenzar. Teniendo esto presente, se emplazó en un lugar que está absolutamente libre de contaminación lumínica, para poder así disfrutar de un mejor espectáculo estelar.
Se encuentra a unos 300 mts del refugio, entre montañas morenas características de la zona y tiene un diseño que contempla el bajo impacto sobre el paisaje, pero es una verdadera sorpresa encontrarlo luego de un breve recorrido.
"La selección de piedras para la construcción, se llevó adelante como una cosecha, piedra por piedra." Así nos explica Macarena, de Arquitectura Slow. Para su equipo fue clave conocer la región, visitar otros "parapetos" (pircas), entender sus colores y las propiedades de cada material. Tuvimos la oportunidad de que fuera una mujer quien realizara esta tarea de picapedrera, algo no tan habitual en el rubro de la construcción.
Las particularidades del clima acomplejaron un poco la tarea. "Fue intensa la construcción porque corría muchísimo viento. Algún lugareño nos comentó que era "el mes del viento" cuando fuimos a construir, y nunca paró. Pero siempre volvimos al eje de cuál era nuestra misión." ⠀⠀⠀
Otro gran desafío fue el diseño de la estufa "Rocket", donde no se tenía referencias de este tipo de construcción en exteriores. Por todas estas características, el Observatorio de Estrellas es un diseño totalmente experimental y pionero en este tipo de tecnología, con gran éxito.⠀
