Los movimientos sociales oficialistas no están a gusto con la situación actual y sostienen que uno de los principales culpables es Alberto Fernández. A menudo hacen saber su malestar en la Casa Rosada y sus críticas se ven reflejadas en marchas y movilizaciones, pero también en reuniones y mensajes directamente hacia el Presidente.
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“Es pan para hoy y hambre para mañana”, dijo el subsecretario de Economía Social en esa Cartera y líder del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, luego que la administración nacional anunciara un incremento de los montos y beneficiarios de la Tarjeta Alimentar.
Pero no fue el único movimiento que mostró malestar. El secretario general de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Esteban “Gringo” Castro, emitió un comunicado institucional de esa entidad, y también llegaron los cuestionamientos de Juan Grabois, entre otros dirigentes sociales.
Lo que más molesto no fue el anuncio en sí, sino que ninguna de las agrupaciones fue notificada. “Nadie sabía, ni los funcionarios que estaban en el acto ni las organizaciones sociales. Todo el mundo esperaba un anuncio espectacular, el Plan Marshall criollo o el salario básico universal y (salió) de nuevo con la tarjetita”, le dijo Grabois a Clarín.
“Disentimos de la Tarjeta Alimentaria porque corre el eje de la inclusión desde el trabajo, es ineficiente y limitada. Hay que profundizar políticas que reconocen el trabajo de la economía popular, blanquean su situación, dotan de derechos y creando puestos de trabajo que faltan”, sostiene con molestia el comunicado del secretariado de la UTEP.
Tras el comunicado hubo una nueva reunión en esa organización. “Estamos más unidos que nunca. Bancamos a Alberto desde el principio y no entendemos por qué hace esto en el medio de un ajuste brutal”, le dijeron a Clarín.
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Desde el Gobierno también salieron a poner paños fríos sobre la situación. “La ampliación de la Tarjeta Alimentar se pagará este mes”, comunicó Arroyo este martes en el Consejo Federal de Desarrollo Social.
“El gobierno nacional ha decidido que la política pública de la Tarjeta Alimentar es más eficiente a la hora de llegar a ese hogar que tiene niños de entre 0 y 14 años, y que de ese modo puedan acceder a los alimentos que están necesitando”, dijo Santiago Cafiero, el jefe de ministros, respondiendo a las acusaciones.
Por otra parte, a nivel provincial, fue el ministro bonaerense de Desarrollo comunitario, Andrés “Cuervo” Larroque quien apoyó la decisión nacional: “En este contexto, toda ampliación de recursos para los sectores más perjudicados es bienvenida”, sostuvo el secretario general de La Cámpora.
Otro problema, que acentúa más las diferencias, es que los movimientos sociales no recibieron el visto bueno de la Casa Rosada para que se incluya a los 70 mil trabajadores de los comedores populares dentro de los grupos prioritarios de vacunación.
“Las diferencias son políticas, pero también estratégicas; aunque para muchos de cara a las elecciones es más fácil inyectar plata en la billetera de la gente”, le manifestaron a Clarín.
