Las elecciones se realizarían este año en meses diferentes a los de cada año electoral. Las PASO no serían en agosto sino en septiembre y las generales no se harían en octubre sino en noviembre.
Ese es el principio de acuerdo sobre el cual el oficialismo y la oposición decidieron avanzar en el Congreso. El cónclave fue en la Casa Rosada. El anfitrión, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
Participaron, entre otros, el gobernador bonaerense, Axel Kicillof; el jefe del bloque del Frente de Todos de Diputados, Máximo Kirchner; el presidente de la Cámara, Sergio Massa; el jefe del bloque PRO de la Cámara Baja, Cristian Ritondo, y el intendente del partido bonaerense de Vicente López, Jorge Macri.
Tras conocerse la noticia en los medios, el intendente Macri y el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, salieron a desmentir que hubiera tal acuerdo. Pero en el Gobierno y en la oposición sostienen que el acuerdo está. Al parecer, el motivo de la reacción de Cornejo y Jorge Macri fue el enojo de radicales bonaerenses, por no haber participado de la cumbre.
Cómo sigue
La próxima semana se realizará un encuentro ya formal entre De Pedro y los líderes parlamentarios con el fin específico de avanzar en una ley que modifique el calendario electoral.
Esa ley requiere, como manda la Constitución, de una mayoría agravada: la mayoría absoluta. Es decir, la mitad más uno de los miembros de cada cámara, no la mayoría simple, que es la mitad más uno de los presentes en la sesión.
Por eso, y por ser un tema tan delicado en lo institucional y lo político, se necesitan acuerdos previos de cúpulas. Eso es, precisamente, lo que se quiere consumar en los próximos días. Las conversaciones ya venían al menos desde enero, siempre barajando esa posibilidad: PASO de agosto a septiembre y generales de octubre a noviembre.
Negociaciones
Según pudo saber Vía País, Massa ya le dijo al jefe del interbloque Juntos por el Cambio (JPC) de Diputados, el radical cordobés Mario Negri, que la semana próxima recibirán la visita del ministro De Pedro.
El acuerdo, según se hizo saber, es para postergar cada elección, no para suspender las PASO, que es lo que pedían los gobernadores, reclamo que inclusive está plasmado en un proyecto de ley del oficialismo, del diputado peronista Pablo Yedlin.
“En diciembre presentamos un proyecto de ley para suspender las PASO solo este año por la pandemia. Hoy (por ayer) se decidió postergarlas por ese motivo. Ante una segunda ola de Covid-19, la prioridad es atender la salud de los argentinos”, escribió en Twitter Yedlin, presidente de la comisión de Salud de Diputados.
Los gobernadores, de acuerdo. Y no solo los oficialistas: ya los radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) manifestaron su apoyo. El mendocino Rodolfo Suárez hizo saber que se encolumnará tras la decisión de su espacio, JPC.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, del PRO, no fijo posición pero del cónclave participó un referente suyo, Ritondo.
El principio de acuerdo para posponer ambos comicios surgió después de que cobrara fuerza la posibilidad de que en la Provincia de Buenos Aires, donde el Gobierno nacional tiene puesta toda su atención y su esfuerzo por lograr una victoria, finalmente se unifique el calendario electoral con el nacional.
El Gobierno necesita que las elecciones bonaerenses y las nacionales coincidan. En ese distrito, el Senado provincial está dominado por JPC, de manera tal que sin acuerdo con el cambiemismo no podría avanzarse en el ámbito nacional en posponer las fechas de ambas elecciones.
El consenso básico entre los oficialistas y los opositores es que no se vote en pleno invierno, por razones sanitarias, y postergar los actos eleccionarios, no solamente cuando las temperaturas sean más elevadas sino, sobre todo, cuando la vacunación contra el Covid-19 haya registrado el mayor avance posible.
Esto significa que el cierre de listas también se postergaría un mes, de junio a julio. Es decir, un mes más de roscas partidarias.
Por la corresponsalía de Buenos Aires.
