Se vienen dos jornadas de paros definitorias para el arco sindical

Los sindicalistas llegarán muy divididos a las elecciones, a menos que la oposición política logre unificarse para enfrentar a Cambiemos. 

Héctor Daer y Carlos Acuña. (Juan Foglia)
Héctor Daer y Carlos Acuña. (Juan Foglia)

Un paro convocado por el mayor frente opositor para este martes, seguido de otro el miércoles de los gremios del transporte, configurarán esta semana un escenario sindical de conflicto con el Gobierno nacional que también incidirá en la pelea interna de la CGT.

La paradoja es que las internas entre las facciones sindicales por sus diferentes posicionamientos tácticos frente al Gobierno de Cambiemos, se diluyen rumbo a las elecciones primarias de agosto y la presidencial de octubre por el casi total alineamiento con uno u otro sector del peronismo.

En definitiva, el mapa sindical después de tres años y medio de gobierno del presidente Mauricio Macri, quien pese a los resultados de su política económica y social sólo afrontó cuatro paros generales, se ha convertido en una telaraña en la que los hilos se entretejen con sindicatos que a la vez están en uno y otro sector gremial enfrentados.

"La política económica debe cambiar", es la consigna englobante con la que el opositor Frente Sindical para un Modelo Nacional (Fresimona), con la adhesión de las dos CTA y de las organizaciones del movimiento social, convocó al paro general por 24 horas del martes. Mientras que el miércoles, el Día del Trabajador, la Confederación de Trabajadores del Transporte (Catt) que agrupa a todos los sindicatos del sector, paralizará sus actividades en una decisión mezcla de paro y de asueto.

El Fresimona se conformó en setiembre pasado con la Corriente Federal de los Trabajadores que encabeza el bancario Sergio Palazzo, abiertamente alineado con el kirchnerismo; los sindicatos que responden a la conducción de los camioneros Hugo y Pablo Moyano y los mecánicos del Smata que lidera Ricardo Pignanelli, más los principales sindicatos aeronáuticos, entre los más poderosos. Cuenta, además, con el apoyo de las CTA de Hugo Yasky, Pablo Micheli y Ricardo Peidró, y de las organizaciones sociales, entre ellas la Ctep que conduce el kirchnerista Juan Grabois.

"Contundente", aseguró a Vía País una fuente cercana a la conducción del Fresimona que será el paro. El pronóstico se enfrenta con el desafío de que ninguno de los sindicatos del transporte público es parte del frente, salvo los conductores del subte; los principales (los colectiveros de UTA de Roberto Fernández y los maquinistas de trenes de La Fraternidad de Omar Maturano) integran en cambio la Catt, que a sabiendas del paro que iba a convocar el Fresimona, buscó quitarle contundencia y se anticipó con el llamado al del 1º de Mayo.

Sin embargo, en el Fresimona cuentan con que sectores opositores a las conducciones de la UTA, como los colectiveros de la Agrupación Juan Palacios (tiene peso en el Gran Buenos Aires) enfrentada a Fernández; o de los señaleros ferroviarios, adherirán al paro. También los portuarios que lo harán aun cuando están en la Catt.

De ello y de la convocatoria que harán más de 60 delegaciones regionales de la CGT, aseguró aquella fuente, dependerá la magnitud de la medida. Por lo pronto, no habrá bancos, vuelos y subtes, y se verá afectada la recolección de residuos y el transporte de caudales. Además, actividades industriales como la automotriz, vidrio y cuero sufrirán un parate, al igual que el sector de seguridad privada y la docencia estatal y privada.

El paro también incluirá una movilización a Plaza de Mayo. Allí hablarán los principales dirigentes pasado el mediodía, poco antes de que el lugar sea escenario de la marcha con la que las Madres conmemorarán su primera marcha, hace 42 años. Tendrá, además, una suerte de continuidad el miércoles: se instalarán 200 ollas populares en las siete cuadras que van desde el monumento Canto al Trabajo hasta la Plaza de Mayo.

El paro marcará el inicio por parte del Fresimona de un plan de lucha cuya continuidad definirá en un próximo plenario nacional. Será en la perspectiva de forzar una convocatoria oficial por parte de la CGT a lo que sería la quinta huelga contra la política económica y social de Cambiemos. Como también un desafío a la conducción de la central que hoy encabezan Héctor Daer y Carlos Acuña, renuentes a convocar a un paro general en la previa al proceso electoral. El Gobierno ha atendido a esa posición contemporizadora: semanas atrás autorizó desembolsos por 13 mil millones de pesos para atender las finanzas de las obras sociales sindicales.

Por su parte la Catt que lidera el ex triunviro cegetista Juan Schmid, hará su propio paro el miércoles. Las consignas son contra el pago del impuesto a las Ganancias por los asalariados, una de las promesas incumplidas por el presidente Macri, y por un aumento de emergencia para los jubilados. Pero en plan de no aparecer beligerante con el Gobierno, el colectivero Maturano aclaró estos días que la Catt hará lo mismo de ahora en más en cada feriado nacional: "No es un día de paro, nos vamos a tomar un feriado nacional como corresponde, como se lo toma cualquier trabajador".