Desde hace dos décadas, Mónica Ayos disfruta de su romance con Diego Olivera. Sin embargo, previo a arrancar esa relación, la mediática sufrió violencia de género: Mario, el papá de su hijo Federico, la golpeó mientras estaba embarazada y la violó.
Ella logró escaparse del hogar que compartían y se separaron, pero las marcas de aquella relación tormentosa la acompañarán para siempre.
En su visita al programa PH, Podemos hablar este sábado por la noche, la actriz hizo referencia a esa oscura etapa de su pasado. Y, si bien ya había contado públicamente lo que sufrió durante esa relación, se emocionó al recordarlo.
Andy Kusnetzoff, el conductor del ciclo, le propuso mirarse al espejo y hablarle "a esa Mónica de 19 años que estaba viviendo aquella situación". "Voy a hablarle a la que estaba sentada frente a una Iglesia que queda en Santa Fe y Talcahuano, arrodillada, pidiendo por favor que se termine esa pesadilla de golpes, de gritos, de violaciones, de un niño que ya estaba fuera de mi panza y que sentía que estaba en peligro potencial. Va a estar todo bien, va a pasar el tiempo, te vas a volver a enamorar y la vida va a volver a ser hermosa otra vez. Basta", expresó, antes de romper en llanto, mientras Kusnetzoff y el resto de los invitados trataban de contenerla.
Asimismo, Ayos reveló que antes de suicidarse el hombre le dejó unas cartas al hijo que tienen en común, pero que ella todavía no se las dio. "Él es actor y creo que por ese medio está canalizando muchas cosas, algunas muy fuertes", señaló en relación a Federico. "Siempre que viajo a la Argentina estoy por llevárselas, pero no me animo a hacerlo todavía. En algún momento me va a decir: 'Mamá, aunque no me las quieras dar soy mayor de edad, me corresponden'", dijo.
