Una serie de bombas de tubo rellenas con fragmentos de vidrio fueron interceptadas cuando iban dirigidas a demócratas prominentes, incluidos Hillary Clinton y el expresidente Barack Obama, en una ola estremecedora que acentuó las tensiones políticas dos semanas antes de las elecciones legislativas nacionales.
También fueron enviados supuestos explosivos al ex director de la CIA John Brennan, al ex fiscal general Eric Holder y a Maxine Waters, legisladora de la Cámara de Representantes.
A éstas se sumó un paquete sospechoso que fue retirado de un edificio de Manhattan asociado con Robert De Niro. La unidad de explosivos de la policía neoyorquina retiró el paquete del edificio en el barrio de Tribeca alrededor de las 6:30 de la mañana. Su aspecto y contenido eran similares a los otros, y el paquete estaba dirigido al actor.
Ninguna de las siete bombas del miércoles detonó y nadie resultó lesionado cuando las autoridades en Nueva York, Washington, Florida y California incautaron los paquetes.
Uno de los explosivos fue enviado a CNN, lo que obligó a evacuar el edificio Time Warner Center en Manhattan donde el canal de noticias tiene sus oficinas.
Los blancos de las bombas fueron algunas de las personalidades criticadas con mayor frecuencia por el presidente Donald Trump, quien todavía ataca a Clinton en sus actos mientras sus seguidores corean, "que la encierren", a pesar de que la derrotó electoralmente hace casi dos años y ella prácticamente ha abandonado la escena política. Trump también suele destacar a CNN en sus diatribas contra los medios que según él propalan "noticias falsas".
Los hechos provocaron pánico en edificios ante informes de otros explosivos que resultaron infundados. Probablemente acentuarán los temores de violencia mortífera en momentos de enfrentamientos enconados entre los partidos por temas como la inmigración, la Corte Suprema y el trato a las mujeres.
Las bombas, cada una con una pequeña batería, medían algo más de 15 centímetros y estaban llenas de polvo y fragmentos de vidrio, según una fuente policial. Los artefactos fueron fabricados con tubos de PVC y cubiertos con cinta negra.
El presidente estadounidense, Donald Trump, culpó hoy a los medios de comunicación de contribuir a la "ira" que existe actualmente en la sociedad e instó a que cambien su "odioso" comportamiento, después de que las autoridades interceptaran varios artefactos explosivos dirigidos a figuras demócratas. El mandatario subrayó que se trata de algo "tan malo y odioso que ha excedido cualquier descripción. Los medios de comunicación masivos deben cambiar su comportamiento, RÁPIDO!", agregó.
También el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo que un paquete sospechoso fue enviado a su oficina en Nueva York.
Se trata de paquetes similares al encontrado el lunes en la casa del multimillonario y filántropo George Soros, que apoyó abiertamente a los demócratas con donaciones. Como reacción, la fundación de Soros criticó el peligro de la "retórica del odio" que inunda la política en Estados Unidos.
Los explosivos son simples artefactos improvisados, afirmaron el investigador del FBI Bryan Paarmann y John Miller, director de la unidad antiterrorista de la Policía de Nueva York.
Por su parte, la asesora presidencial Ivanka Trump, hija del presidente, condenó los intentos de ataque. "No hay excusas: Estados Unidos es mejor que esto", expresó a través de Twitter.
