El Papa Francisco cambió el Padre Nuestro

Las históricas modificaciones habían sido realizadas en mayo por Bergoglio, y fueron aprobadas en noviembre por la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana.

El papa Francisco preside la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro en el Vaticano. EFE/ Ettore Ferrari
El papa Francisco preside la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro en el Vaticano. EFE/ Ettore Ferrari

Este viernes, la Iglesia italiana comenzó a distribuir los nuevos misales romanos que contienen los cambios en el Padre Nuestro introducidos por el Papa Francisco en mayo pasado. En noviembre, estas modificaciones habían sido aprobadas por parte de la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).

Así, la tercera edición del Misal Romano de Pablo VI sustituye la frase "non ci indurre in tentazione" ("no nos induzcas a la tentación", en español) por "non abbandonarci alla tentazione" (o "no nos abandones a la tentación").

La nueva fraseología había sido defendida públicamente por Jorge Bergoglio al menos desde el 7 de diciembre de 2017, cuando aseguró que Dios no puede inducir a los hombres a la tentación y que por ello era más adecuado utilizar una frase similar a "no nos dejes caer en la tentación".

Papa Francisco. Foto: Maurizio Brambatti/EFE.
Papa Francisco. Foto: Maurizio Brambatti/EFE.

"En la oración del Padre Nuestro, que Dios nos induzca en tentación no es una buena traducción. También los franceses han cambiado el texto con una traducción que dice: 'no nos dejes caer en la tentación'. Soy yo quien cae, no Dios quien me arroja", sostuvo en un programa de la TV italiana.

Así, la versión italiana de la oración se empareja con el rezo tradicional en español, que dice "no nos dejes caer en la tentación".

Así quedó el "Padre nuestro" en castellano tras la modificación:

Padre nuestro,

que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu reino;

hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. Amén.