En el marco del avance de casos de coronavirus en Río Negro, el pasado martes 25 de agosto no fue un día mas para Margarita Sáez. Es que la mujer recibió el llamado del hospital de Villa Regina que le confirmaba la peor noticia: su padre había fallecido a los 87 años por Covid-19.
La rionegrina quedó atónita, ya que los últimos días había hecho un gran esfuerzo para lograr que su papá pudiera tener una cama en terapia intensiva, aunque no pudo.
Según informó el diario Río Negro, Isidoro Saez, de 87 años, fue diagnosticado con coronavirus y de inmediato fue internado en una cama común.
"Es una tristeza inmensa que tenemos. Cuando él se fue de acá nos prometió que iba a volver, habló con nosotros y se despidió. Después de eso nunca más lo vimos", lamentó Margarita, de 38 años, que está aislada junto a su madre en una casa del barrio Antártida Argentina.
Al observar que el cuadro de su papá empeoraba, tomaron la decisión de hacer una consulta a su médico de cabecera en PAMI, que hizo oídos sordos y no lo atendió.
"El médico de PAMI no lo quiso atender y de ahí nos mandó a la guardia del hospital donde en un principio lo medicaron por un cuadro de hepatitis porque estaba amarillo. También le hicieron el hisopado por coronavirus", agregó Margarita, que reconoció que a su padre le dieron algunos antibióticos y lo mandaron a su casa.
El pasado viernes 21 de agosto, recibió el resultado del hisopado, que confirmó que había dado positivo, por lo que lo internaron en el hospital de Villa Regina. "Él estaba muy bien, nunca pesamos que todo iba a terminar así", agregó.
A pesar de que el estado de salud de Isidoro Baez empeoraba, y sus médicos le explicaran a la familia que necesitaba una cama de terapia intensiva, no pudieron cambiar el triste final.
"Ahora no sabemos qué hacer. Lo vamos a enterrar sin habernos despedido de él, sin poder decir nada. Es un dolor tremendo el que tiene toda mi familia", sentenció la hija del hombre.