Netflix: la comedia romántica protagonizada por Guillermo Francella calificada con tres estrellas

La plataforma de streaming cautiva mes tras mes con contenido de excelencia. El actor argentino protagonizada una producción que mantiene a los espectadores “atados” al sillón.

Guillermo Francella
Guillermo Francella Foto: web

Netflix se ha convertido en una de las plataformas de streaming por excelencia. Líder en el mundo, su catálogo cuenta con una extensa variedad de películas y series que cautivan a los espectadores del mundo gracias a su calidad y originalidad.

El servicio cuenta con una sección especializada en cine argentino, bajo el título de “Hecho en Argentina”. Allí se pueden encontrar desde intensos dramas, pasando por hilarantes comedias hasta románticas historias que endulzan a quienes están del otro lado de la pantalla.

"Hecho en Argentina"
"Hecho en Argentina" Foto: Netflix

Claro ejemplo de ello es Un día en el paraíso, una película del año 2003 dirigida por Juan Bautista Stagnaro. Protagonizada por Guillermo Francella, esta producción fue calificada con tres estrellas por la crítica, un número nada malo que asegura diversión para quienes decidan disfrutarla.

Un día en el paraíso
Un día en el paraíso Foto: Netflix

¿De qué trata Un día en el paraíso y por qué verla?

Reynaldo (Guillermo Francella) es un dibujante y pintor que no logra destacarse en su trabajo, se gana la vida como fotógrafo de revistas de actualidad y otros trabajos menores. Cuando Tati (Araceli González), una bella joven que llega desde Mendoza a Buenos Aires, para intentar triunfar como modelo y actriz, ellos se enamoran y viven un amor tan apasionado como plagado de desencuentros.

La película tiene una duración de 1 hora y media, por lo que resulta muy amena para ver en familia, con amigos o en pareja. Se trata de una de las producciones que recientemente agregó la plataforma, y así y todo se posiciona como una de las favoritas dentro de su top 10 de películas.

Sin dudas, es una gran opción para compartir junto a un balde de pochoclos o un bowl de helado. La comedia está asegurada y los personajes son tan atrapantes como entrañables, generando un ida y vuelta muy atractivo con quienes se encuentran del otro lado de la pantalla.