A una semana del hallazgo del cadáver de Agustina Imvinkelried en un descampado no muy lejos del boliche Teos de Esperanza, donde había sido vista por última vez, un nuevo peritaje reveló que la joven de 17 años no mantuvo contacto telefónico con Pablo Trionfini, el principal acusado del crimen, que se quitó la vida cuando se vio rodeado por la policía.
Según publicó Uno Santa Fe, el presunto atacante usó datos móviles en su teléfono varias horas antes de las 6 de la mañana. La investigación permitió asegurar que el hombre no estuvo en contacto con nadie, ni siquiera con la joven.
Por otra parte, se logró confirmar que el teléfono de Agustina sí activó los datos móviles, a pesar que el equipo no pudo ser localizado.
Sobre el teléfono de Trionfini el trabajo de los especialistas debe determinar si el hombre espiaba los movimientos de la adolescente a través de las redes sociales.
Los avances en las instrucción de la causa permitieron descartar que hubiera restos de sangre dentro del Renault 21 de Trionfini, por lo que tomó vigor la idea de que si bien Agustina puede haber estado en el vehículo, no fue golpeada allí.
Agustina Imvinkelried fue a bailar en la madrugada del domingo, cerca de las 6 las cámaras del boliche la mostraron comprando papas fritas en un puesto de comidas en el estacionamiento de la discoteca para luego caminar hacia la Ruta 6. Aparentemente fue allí donde se encontró Trionfini.
