Se cumplieron siete años de la desaparición de Paula Perassi y sin fecha confirmada para el inicio del juicio, sus padres la recordaron y volvieron a denunciar la corrupción en el poder judicial, político y la policía.
"Hubo un pacto de silencio que aún sigue", sostuvo Alberto Perassi, el padre de la sanlorencina que la última vez que fue vista tenía 34 años, estaba casada con Rodolfo Ortiz y tenía dos hijos varones de dos y seis años.
"Durante cuatro años taparon la causa en San Lorenzo. Necesito los huesos de mi hija. Que los culpables se pudran en la cárcel", añadió.
De la investigación surgió que mantenía una relación sentimental con Gabriel Strummia, un empresario de la región de 41 años, y que estaba cursando las primeras semanas de un embarazo fruto de este vínculo.
Están bajó la lupa de la Justicia este hombre con el que había mantenido una relación extra matrimonial, su esposa Roxana Michl, su empleado Antonio Díaz y la partera Mirta Rusñisky);además tres efectivos policiales: Gabriel Godoy, Aldo Gómez y María Galtelli; y dos altos jefes de la fuerza: Jorge Krenz y el ex jefe de la Agrupación Cuerpos Adolfo Daniel Puyol.
"Estamos esperando la fecha del juicio, posiblemente sea antes de fin de año", contó Perassi. Y respecto a las demoras en el avance de la causa planteó: "Apostaban a que me muriera, a que me cansara, provocaron con amenazas, con robos, pero no pudieron pararme ni me van a parar".
"En paz no vamos a vivir nunca más, pero por lo menos queremos vivir", concluyó.