Además del Centro de Justicia Penal, fue baleado el edificio Ipanema ubicado en barrio Martin. Allí vivió Marisol Usandizaga, una de las juezas integrantes del Tribunal que condenó a Los Monos.
Como viene ocurriendo desde que se desató esta ola de balaceras, los ataques vinieron de a dos. Y al perpetrado sobre el inmueble judicial de Sarmiento y Rueda se le sumó un segundo ocurrido en el edificio de avenida Libertad al 300.
El atentado se produjo también en la madrugada, cuando cinco hombres y una mujer, no identificados por el momento, que circulaban en tres motos se detuvieron frente a la propiedad y uno de ellos abrió fuego para luego darse a la fuga.
El blanco fue el primer piso, que registró daños en persianas, barandas y vidrios. Allí vivió hace bastante tiempo la familia Usandizaga, a la que ya habían amedrentado con balaceras en otros dos inmuebles de Dorrego al 1600 y Zeballos al 2500. En este caso, además, los tiradores dejaron un cartel con una amenaza: "Con la mafia no se jode", decía.
Como sucedió en todos los ataques, los delincuentes actuaron con información precisa que no está al alcance de cualquiera, y no hubo ni un solo detenido. El Gabinete Criminalístico de la Policía de Investigaciones (PDI) halló en el lugar diez vainas servidas calibre 9 milímetros.
Ante esto, crecen las sospechas que estos hechos cuentan, como mínimo con el apoyo de integrantes o ex miembros de la policía que se vieron perjudicados en sus negocios por la condena a la banda narcocriminal Los Monos, tal como sugirió el investigador y diputado provincial, Carlos Del Frade.