Más de 160 personas quieren ayudar a los ancianos abandonados por su hijo

Raúl González reveló cómo se las ingenió para acomodar a sus padres tras el desalojo que involucró a su hermano.

Más de 160 personas quieren ayudar a los ancianos abandonados por su hijo
Hugo e Hilda despertaron el espíritu solidario de un cordobés a pocas horas de que se conociera su historia\u002E (@de12a14)

Más de 160 personas de varias provincias se solidarizaron y ofrecieron un lugar para vivir a la pareja de ancianos abandonada por uno de sus hijos el miércoles en un bar de un barrio de Rosario, informó este domingo Raúl, otro de los hijos del matrimonio y quien los llevó "momentáneamente" a la casa que comparte con su esposa y cuatro hijos.

Hugo, de 92 años, e Hilda, de 86, tuvieron que desalojar el departamento donde vivían con uno de sus hijos, quien pagaba el alquiler, porque la inmobiliaria les había pedido el lugar para devolverlo a sus dueños.

Ese día, el hijo dejó a sus padres abandonados en un bar situado en Bulevar 27 de Febrero y Corrientes Allí estuvieron unas siete horas hasta que el encargado llamó a la policía para que los ayudaran.

El personal de la Comisaría 5° llamó varias veces a Raúl González, el otro hijo de la pareja, quien no oyó las llamadas "porque tenía el celular sin volumen mientras trabajaba", pero finalmente se comunicó y pasó a buscar a sus padres por la seccional de Italia al 2100.

"Salí volando", dijo el protagonista en un reportaje con La Capital.

La pareja pasó siete horas en un bar de 27 de Febrero y Corrientes. (Captura de pantalla)
La pareja pasó siete horas en un bar de 27 de Febrero y Corrientes. (Captura de pantalla)

Cuando la historia tomó estado público, Raúl recibió numerosos llamados de varias ciudades del país. "El celular explotó. Me llegaron innumerables mensajes. Aproximadamente 160 de ellos ofrecen un lugar para que mis padres puedan vivir", contó el hijo de la pareja, quien los llevó en principio a su hogar.

"Dos de los chicos se fueron a otro lado para momentáneamente dejarle lugar a los abuelos. Una familia de Tigre me ofreció una casa con dos dormitorios hasta que podamos conseguirles algo permanente", relató emocionado el rosarino.

Tanto Hugo como Hilda cobran una jubilación mínima y reúnen entre los dos unos 15.000 pesos mensuales, por lo que "se les hace imposible afrontar un alquiler", completó el hombre.