Una travesti fue violada por dos policías y ahora la Provincia deberá indemnizarla

Mendoza deberá pagarle $500 mil además de hacerse cargo de los honorarios de peritos y abogados del proceso.

A police officer approaches Chilean transvestite prostitute, known as Katia (R), as he waits for clients on the streets of Santiago on October 13, 2009. Prostitution among adult men is legal in Chile and is practiced mainly indoors, in residential buildings. Transvestites in Chile are gathered in a movement called \
A police officer approaches Chilean transvestite prostitute, known as Katia (R), as he waits for clients on the streets of Santiago on October 13, 2009. Prostitution among adult men is legal in Chile and is practiced mainly indoors, in residential buildings. Transvestites in Chile are gathered in a movement called \

Una travesti inició juicio contra el Estado Provincial tras ser abusada en el 2011 por dos efectivos de la Policía de Mendoza. La víctima, que por entonces tenía 17 años, ganó el litigio y ahora la Provincia deberá indemnizarla por $500 mil.

La sentencia fue dictada por el 16º Juzagado Civil de Mendoza y la misma sostiene, entre otras cosas, la vulnerabilidad de la víctima que "no sólo estaba determinada por su condición de menor de edad; sino que poseía también otras aristas. Concretamente el hecho de que se estaba forjando su identidad de mujer trans".

El Estado también deberá cubrir los honorarios de los peritos y los abogados del proceso que llegan a $75.000, según informó Mendoza Post.

El hecho ocurrió en enero de 2011. Una noche de verano los efectivos José Greco Romano y Osvaldo Palorma Palma obligaron Jazmín Belén a subir al patrullero para llevarla a la comisaría porque no tenía documento.

Pero los policías no la llevaron hasta la seccional, según se desprende de la sentencia. La llevaron a los galpones del Parque Central donde la abusaron sexualmente.

A partir de ahí todo fue un calvario para Jazmín, quien permaneció dos años sin salir de su casa por temor a las amenazas que recibió por parte de allegados a los oficiales. Tanto fue el miedo que sintió la adolescente que decidió mudarse a Córdoba, incluso hoy afirma que no volvería a la provincia.