Más de 200 disfrazados del popular "diablo quebradeño de la alegría" protagonizaron un anticipo de las singulares celebraciones carnestolendas que tienen lugar en febrero en la provincia, con un "simulacro" que convocó en la capital provincial a miles de jujeños y turistas.
El anticipo de los festejos se realizó en el predio abierto de la Ciudad Cultural, donde por tercer año consecutivo la comparsa quebradeña "Los Alegres de Uquía" realizó un "simulacro" de su "desentierro del carnaval", el cual incluye la aparición desde las alturas de los cerros de numerosos disfrazados, que descienden a mezclarse y bailar entre la gente.
Con una temperatura ideal de 24ºC en una jornada nublada, el "simulacro" -concepto que se aplica al encuentro de cierto carácter promocional, por cuanto la tradición manda respetar las fechas que marca el calendario- comenzó pasadas las cinco de la tarde del sábado, cuando los "diablos" hicieron estallar bombas de humo de distintos colores y aparecieron por una loma en uno de los extremos del predio, mientras que en la parte baja la multitud ya se encontraba lista para festejar.
Con trajes de múltiples colores, la "diablada" desató la algarabía al ritmo de silbatos, bombos, platillos y trompetas, mientras se podía oír también, con fuerza, los cascabeles que forman parte del atuendo típico de los disfrazados entre el brillo de espejos y lentejuelas.
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Traída por los diablos y la gente, también copó el predio el perfume a albahaca, hierba aromática que forma parte de la mística de las tradiciones norteñas, y que no puede faltar en los festejos carnestolendos junto a la serpentina, el talco y la espuma en aerosol.
Los ritmos norteños y el clásico carnavalito no se hicieron esperar y fueron marcando el lento descenso de los diablos, que bailaban desde lo alto motivando a los presentes a celebrar.
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Respetando la tradición, el simulacro incluyó el habitual ritual de pedido de permiso y agradecimiento a la Pachamama y finalmente un recorrido de los diablos por el predio, imitando el que se realiza durante carnaval por las callecitas de cada poblado de la Quebrada de Humahuaca.
En un contraste de luces y sombras, la desbordante alegría de la multitud dejó un saldo de cientos de kilos de basura desperdigada por todo el predio, un descontrolado consumo de alcohol hasta entrada la noche y graves episodios de violencia entre grupos de jóvenes.
Esos disturbios -fuertemente criticados posteriormente por el público en las redes sociales- dejaron varios policías y espectadores golpeados por botellas y piedras y por lo menos cinco personas -dos mujeres y tres hombres- detenidas.