Último adiós a Sonia Torres: en silencio y con emoción, una centena de cordobeses despiden a la abuela de Plaza de Mayo

El gobernador Juan Schiaretti se acercó a a la casa de la referente y brindó sus condolencias.

Despiden en Córdoba a Sonia Torres, referente de Abuelas de Plaza de Mayo.
Despiden en Córdoba a Sonia Torres, referente de Abuelas de Plaza de Mayo. Foto: Alejandro Pozo/La Voz/Co

Sonia Torres, la mayor referente en Córdoba de Abuelas de Plaza de Mayo, murió este viernes por la tarde a los 94 años. Desde las 10 hasta las 22 de este sábado, sus restos son velados en su casa de calle Manuel de Falla 7.384 y un centenar de ciudadanos se acercaron para dar el último adiós.

En silencio y con emoción, un centenar de cordobeses llegaron a la vivienda de la mujer que fue un ícono en la defensa de los derechos humanos.Durante 46 años, buscó a su nieto, hija de Silvina Parodi, su hija mayor y de Daniel Francisco Orozco, su yerno.

Flores, mesas, personas de diversos lugares de la capital, cartas con sentidos mensajes para Sonia y un respetuoso silencio fueron los protagonistas en el emotivo encuentro de este 21 de octubre.

SCHIARETTI SE PRESENTÓ EN EL ÚLTIMO ADIÓS A SONIA TORRES

El candidato a presidente y actual gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, llegó a la despedida alrededor del mediodía. Acompañada de Alejandra Vigo y otras referentes en Córdoba, se lo vio muy conmovido.

EL LEGADO DE SONIA TORRES

Su legado fue tomado por las nuevas generaciones, como las del movimiento feminista. “No sea cobarde, luche como una abuela” es la frase que se repite en carteles durante las marchas en defensa de los derechos de las mujeres y disidencias.

Sonia acompañó también otras causas en las que madres se tuvieron que enfrentar a la violencia institucional, como a Soledad Laciar, mamá de Blas Correas, un joven víctima de gatillo fácil. La imagen del abrazo entre las dos durante el juicio por la muerte de Blas llenó de significado la palabra “lucha”.

Momentos de la lectura de la sentencia por el crimen de Valentino Blas Correas. (Facundo Luque / La Voz)
Momentos de la lectura de la sentencia por el crimen de Valentino Blas Correas. (Facundo Luque / La Voz) Foto: Facundo Luque

Durante 10 años, servicios de inteligencia militar pincharon el teléfono de la casa de Sonia. Sus hijos y sus nietos se acostumbraron a vivir con las ausencias y con la persecusión. Transitó por hospitales, ministerios, juzgados. Su hija Giselle aún recuerda cómo tenía constantemente una persona parada al frente de su casa siguiendo todos los movimientos de la familia.

Sin embargo, tal como relata su entorno, la lucha de Sonia fue inquebrantable y desde el profundo amor y esperanza de reencontrarse con su nieto. Nunca pidió venganza, sólo encontrar la verdad.