Por Alejo Gómez.
"Queremos empezar el duelo de una vez. Son 11 años luchando por nuestro hijo. Nuestro deseo es que después de este fallo empiece una etapa de paz".
El deseo de Walter Saffadi es el de una familia cuya vida cambió en febrero de 2007, cuando su hijo Milton, de apenas 16 años, se desnucó con una soga cuando salía de entregar una pizza en Valle Escondido, en el noroeste de la ciudad de Córdoba, un complejo que por entonces no contaba con la habilitación para funcionar como barrio cerrado.
Fueron, son, casi 11 años de pisar tribunales todas las semanas para que la muerte de un hijo no sea en vano.
En marzo de 2016, la Justicia correccional condenó a tres años de prisión condicional al exadministrador de Valle Escondido Alberto Depetris por el "homicidio culposo" de Milton.
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Es decir que Depetris no fue a prisión. En lugar de eso, le impusieron tareas comunitarias y otros requisitos, como la prohibición de administrar inmuebles durante cinco años.
No satisfecha con eso, la defensa de Depetris apeló, y el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba emitirá este martes 21 de noviembre un nuevo fallo que podría absolver al acusado de toda culpa, o bien mantener la pena que rige actualmente.
"No creemos que vaya preso. Eso seguramente no va a pasar", opina Walter, quien a lo largo del juicio insistió en que Depetris fuera condenado por "homicidio por dolo eventual" (que hubiera implicado prisión efectiva). "Pero queremos que al menos se mantenga la condena por homicidio culposo, y que Depetris cumpla con las condiciones impuestas por la Justicia. Hasta que eso no ocurra, se nos dificulta comenzar el duelo", resalta.
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El fallo de este martes tiene para la familia Saffadi un significado especial: es el que les puede abrir las puertas al duelo por la muerte de Milton, casi 11 años después.
"Él (por Depetris) sigue negando su responsabilidad, diciendo que es inocente. Pero la negación es de la boca para afuera, porque para adentro él sabe que es culpable, y el cargo de conciencia será su peor pena", señala Walter.
"Para nosotros es importante este fallo del Tribunal Superior porque queremos empezar el duelo. Cerrar una etapa y continuar nuestra vida en paz", comparte.
Muerte absurda. Milton pertenecía a una familia sencilla. Su muerte, y el empuje de sus padres, dejaron al descubierto la cantidad de irregularidades (y peligros) en barrios que se "venden" como cerrados y sellan sus ingresos, pero en realidad no tienen la autorización municipal para hacerlo.
Esto quedó en evidencia en el juicio cuando se corroboró que para esa época Valle Escondido no era un barrio cerrado, y por ende nunca debieron existir las garitas de seguridad, los conos ni mucho menos las sogas. La circulación debió ser libre, pero no lo fue, y el joven delivery se desnucó cuando regresaba a su domicilio tras entregar un pedido.
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"Es como poner una soga en Colón y General Paz", graficó uno de los testigos durante el juicio el año pasado.
Depetris llegó a juicio acusado de ordenar o permitir la utilización de una soga para restringir el acceso y egreso de Valle Escondido. Cuando Milton salía de hacer el reparto, se desnucó con esa soga que había sido puesta por el guardia Oscar Alberto Cobos.
La familia Saffadi peleó por años para que Cobos también fuera imputado, pero la Justicia finalmente lo sobreseyó y lo citó como testigo. También radicó denuncias contra funcionarios de la Municipalidad por la presunta falta de controles en estos complejos.
Finalmente, el juez Correccional Armando Angeli sentenció por Depetris por "homicidio culposo", y le impuso una serie de obligaciones para no ir a prisión.
"El resultado típico –la muerte de Milton Saffadi– se produjo como consecuencia de un actuar negligente y antirreglamentario del acusado, quien violando el deber de cuidado de las obligaciones propias del cargo que ostentaba, generó un riesgo prohibido, previsible y evitable, que se concretó en el resultado descripto", fundamentó el juez Angeli.
Resta saber qué falla ahora el Tribunal Superior de Justicia.
