Por Lucía Pairola.
Fritos, poché, crudos, en postres o a caballo en una milanesa. No importa cómo se utilice, el huevo es uno de los alimentos básicos en la cocina argentina.
Este dato se asienta en que nuestro país es el quinto consumidor de huevo por persona a nivel mundial, llegando a los 174 por año. Y por este “romance”, que va en crecimiento, es que el Día Mundial del huevo, que fue ayer viernes 13 de octubre, capta interés entre productores y consumidores.
Conmemorando la fecha, la Facultad de Ciencias Agronómicas de Córdoba (FCA-UNC) se embarcó en una divertida iniciativa: "Pensamos de qué modo hacerlo creativa y lúdica a la enseñanza del huevo. Es que existen muchos mitos al rededor de este alimento y qué mejor que la experiencia para sacarnos las dudas", explicó a Día a Día el profesor Mariano Cavagna.
Con tres tipos de huevos (blancos y de color producción en jaula y uno de producción de gallinas libres) se ofreció una particular "cata de huevos duros". En las mesas se expusieron las tres muestras y fueron 120 las personas que debieron probarlos e identificar olor, color y sabor, desconociendo su origen.
Parecidos
“En general los consumidores tenemos en la cabeza que hay muchas diferencias, por ejemplo que el de color es de granja y el blanco no, pero en realidad los dos se producen en granjas, sólo que las gallinas que dan color blanco son más livianas, comen menos y son más baratas en su producción”, subraya el profesor de Producción Avícola de la UNC.
También reflexiona sobre el panorama de producción intensiva para prometer alimentos al mundo y la tensión con quienes ponen primero el cuidado del animal. “Todo es válido y es necesario abrir un debate y analizarlo”, dice mientras explica el contraste en los precios y cantidad: “Queremos ser exportadores pero por ejemplo en una hectárea con sistemas intensivos se puede trabajar con 40 mil gallinas y con el sistema libre en esa misma superficie, sólo con 2 mil”.
Tres apuntes
Cómo fue
Los 120 "catadores" fueron pasando de a grupos de modo aleatorio. Luego de mirarlos, olerlos y saborearlos, debieron completar minuciosamente un cuestionario.
“Queremos sacar las estadísticas y saber a ciencia cierta si para el consumidor, sin saber el origen del huevo, existe una diferencia significativa en el alimento que consume”, detalló Cavagna.
Catadora
Una de las catadoras fue Guadalupe Roldán, la que no ocultó su asombro: "Me quedé sorprendida porque pude detectar sabores diferentes. Para mí todos los huevos eran iguales pero cayó mi teoría", dijo sonriente. Ella no reconoció la procedencia de cada uno, pero al terminar le explicaron que el que más le había gustado fue el huevo de color producido por gallina en jaula tradicional.
También fue el caso de Jimena que detectó más diferencias en las texturas entre el huevo de gallina libre y el tradicional. En tanto, Francisco, divertido por la propuesta aseguró: "Para mí todos iguales. Podría decir que son todos de la misma gallina"
Extensión
La actividad del Día Mundial del Huevo llevada a delante por la Facultad de Ciencias Agronómicas se completará el 26 de octubre con una jornada para médicos y nutricionistas.
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