Franco Luciani: "La música no tiene límites"

El armonicista tiene nuevo disco y lo presenta en Córdoba

Franco Luciani
Franco Luciani

Franco Luciani tiene nuevo disco, con un título que alude también a su oficio de

armonicista

:

Anda en el aire

. Y el elemento que hace vibrar su instrumento también le es necesario ahora para cantar, ya que por primera vez graba con su voz, una canción en este álbum, que viene a presentar a Córdoba.

El recital será este viernes, a las 22, en Cocina de Culturas de Avenida Julio A. Roca 491.

Con él, conversamos vía telefónica.

–¿Es cierto eso que dicen, que se respira a través de la armónica?

–Sí porque es un instrumento en el que aparte de que se sopla, se aspira. No conozco otro instrumento que suene al aspirar. Está muy equilibrado entre las notas sopladas y aspiradas. Generalmente, los instrumentos de viento son siempre soplados. Entre las notas sopladas y aspiradas, uno se da cuenta de que respira con el instrumento.

–Al margen de esa particularidad, es un instrumento que a uno se le ocurre inagotable en sus recursos siendo tan pequeñito, tan simple.

–Es un instrumento que tiene un montón de recursos. Vaya a saber qué habrá en nuestra psicología que parece que un instrumento pequeño es menor, pero tiene muchísimas posibilidades. El tema de los límites para mí es delicado: por un lado puede haberlos, pero no por otros porque la música no tiene límites. Cada instrumento tiene por ahí algo técnico que no puede realizar, pero sí realiza otro. La armónica tiene una riqueza que no es acorde a su difusión popular. Si bien es un instrumento muy querido y súper popular no así es visto como un instrumento que tiene unas capacidades solistas increíbles.

–¿Y duran poco, las armónicas?

–Tiene una vida útil corta. Nada es para toda la vida, pero hay buenos instrumentos de cuerda que duran siglos, con su mantenimiento y demás. Pero la armónica, incluso con mantenimiento, tiene una vida útil más corta. Será en este caso un beneficio que al ser más pequeño te permite un recambio. No existe una armónica con la que digas ‘con esta armónica toco toda la vida y la van a tocar mis hijos y mis nietos’. Es como más difícil. Tiene un gran desgaste.

–Una vez que se desafina no deber ser fácil afinarla de vuelta.

–Claro. Tiene un desgaste si se afina, la lengüeta se va gastando y aunque se puede cambiar la lengüeta no es lo mismo.

–¿Cómo te preparás? La vida del instrumentista de viento tiene algunos cuidados distintos a otros colegas.

–Sí, es verdad. Encima ahora, con este de cantar un poco y de hacerlo seriamente, encuentro que los cuidados son diferentes. Uno tiene que tener su capacidad de respiración lo mejor posible. Incluso, no es lo mismo comerte un plato de comida grande antes de tocar siendo baterista o guitarrista que siendo un vientista. Y la armónica también te da un desgaste. Principalmente, tratar de estar liviano a la hora de tocar; y yo soy una persona que no fuma o lo hago muy pero muy eventualmente. Eso ayuda.

–¿Por primera vez grabás como cantante?

–Sí. Me había dado el enorme gusto de empezar de a poquito y con mucho cuidado, a hacer coros, al gran y querido amigo Raúl Carnota. En el espectáculo Boleros y otras músicas, que hicimos con el querido cumpa uruguayo Daniel Maza, empecé a cantar unas cositas más solo en vivo, pero nunca grabamos. Así que Ando en el aire es inaugural en esto de cantar una pieza entera.