Golpe de Estado en Birmania: los militares declaran la emergencia por un año

Detuvieron a los principales líderes y miembros del partido gobernante Liga Nacional para la Democracia, incluso a la líder “de facto” Aung San Suu Kyi.

Birmanos residentes en Japón sostienen imágenes de Aung San Suu Kyi mientras protestan en contra del golpe de Estado.
Birmanos residentes en Japón sostienen imágenes de Aung San Suu Kyi mientras protestan en contra del golpe de Estado. Foto: REUTERS/Issei Kato

El Ejército de Birmania asumió el poder en su país y declaró el estado de emergencia durante un año tras la detención de los principales líderes y miembros del partido gobernante Liga Nacional para la Democracia (NLD), entre ellos el arresto de la líder “de facto” del país, Aung San Suu Kyi.

Así lo ha informado la televisión militar Myawaddy este lunes, después de los rumores extendidos la semana pasada sobre un posible golpe de Estado por parte de los militares tras las elecciones de noviembre, en las que tanto la oposición como el Ejército han denunciado posibles irregularidades, aunque sin presentar pruebas.

Birmanos se manifiestan en Tailandia con fotos del jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing.
Birmanos se manifiestan en Tailandia con fotos del jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing. Foto: REUTERS/Athit Perawongmetha

La declaración emitida fue firmada por el presidente interino, el exgeneral Myint Swe, hasta ahora vicepresidente. Como presidente en funciones, Swe ha transferido todo el poder al comandante en jefe del Ejército, Min Aung Hlaing, mientras dure el estado de emergencia de un año.

Por otro lado, la oficina del jefe del Ejército aseguró que se tomó la medida en respuesta a las infundadas teorías de fraude electoral y que los militares celebrarán “unas elecciones generales libres y justas” una vez acabe el estado de emergencia.

Enfrentamientos con la policía en Bangkok, Tailandia
Enfrentamientos con la policía en Bangkok, Tailandia Foto: Lillian SUWANRUMPHA / AFP

En la orden firmada por el recién investido presidente interino, se señala que “si este problema no se aborda adecuadamente (en referencia a las irregularidades que denuncian en los comicios), habrá obstáculos en la transición democrática de la nación”.

Además, han indicado que se revisará el censo electoral y “reestablecerá” la comisión electoral.

Los militares ocupan las calles de la capital, Naipyidó, y de la ciudad principal, Rangún, mientras que se han cortado las líneas telefónicas y de internet, informó la BBC.

Presuntas irregularidades

Tras los comicios electorales de noviembre en Birmania, en los que el NLD se hizo con la victoria, la oposición rechazó los resultados y altos cargos militares se pronunciaron en contra de los mismos recientemente. Aunque el NLD obtuvo suficientes escaños en el Parlamento para formar un Gobierno, el Ejército había pedido que se pospusiera la convocatoria del Legislativo, prevista para este lunes.

Las detenciones se produjeron el lunes a la madrugada, horas antes de que el Parlamento de Birmania comenzara su sesión de apertura tras las elecciones de noviembre, en las que el NLD obtuvo 396 de los 476 escaños, mientras que el Partido de la Unión, Solidaridad y Desarrollo, respaldado por los militares, obtuvo 33 escaños.

En los últimos días se había elevado la preocupación ante las declaraciones del jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, que llegó a afirmar que la Carta Magna podría ser “revocada”, dejando entrever la posibilidad de un golpe de Estado militar. El Ejército cuenta con el 25% de los escaños en el Parlamento, según la Constitución.

Condenas internacionales

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó “enérgicamente” la detención de Suu Kyi, del presidente, Win Myint, y de otros dirigentes políticos en vísperas de la sesión de apertura del nuevo Parlamento de Birmania.

Además expresó su “grave preocupación” por la declaración de “la transferencia de todos los poderes legislativo, ejecutivo y judicial a los militares”, según ha comunicado su portavoz, Stéphane Dujarric, en lo que ha considerado “un grave golpe para las reformas democráticas del país”.

También Estados Unidos mostró su preocupación, tanto el presidente, Joe Biden, a través de la secretaría de Prensa, Jen Psaki, como el secretario de Estado, Antony Blinken, pidieron que se libere “a todos los funcionarios gubernamentales y líderes de la sociedad civil y respeten la voluntad del pueblo de Birmania expresada en las elecciones democráticas del 8 de noviembre”.

Psaki ha advertido de que Estados Unidos “tomará medidas contra los responsables si estos pasos no se revierten”, algo en lo que ha insistido Blinken a través de un comunicado, subrayando que “los militares deben revertir estas acciones inmediatamente”.

Con información de DPA.