El rey Felipe VI de España visitó este lunes por la tarde el Congreso, donde se reunió con sus autoridades y un grupo de diputados y senadores, a quienes les deseó suerte en las elecciones. La oposición le retrucó: "Que sea para todos".
El monarca español ingresó pasadas las 4 de la tarde al Palacio del Congreso, donde fue recibido por el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, y el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, con quienes mantuvo un encuentro privado.
A ellos se les sumaron después el senador por Mendoza Julio Cobos (UCR), presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta, y su equivalente en la Cámara Baja, la diputada Cornelia Schmidt-Liermann (PRO).
También, el diputado oficialista Pablo Tonelli y sus colegas opositores Agustín Rossi (FPV), Graciela Camaño (FR) y Martín Lousteau (Evolución Radical).
Como el rey español mide un metro 97 centímetros, cuando se dirigía caminando por la alfombra roja desplegada especialmente por su visita para conocer el hemiciclo de la Cámara de Diputados debió agacharse para pasar por debajo de Los Constituyentes del 53, uno de los dos inmensos cuadros que luce el salón de los Pasos Perdidos.
Fue el único de los participantes de la recepción que tuvo que inclinarse para continuar la recorrida por el Palacio.
En Pasos Perdidos, Felipe de Borbón saludó uno por uno a los diputados y senadores, con quienes después mantuvo la reunión reservada en el salón de Honor de la Cámara Baja.
Allí se realizó un intercambio protocolar de regalos y el principal asunto de conversación fue el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), que se realizará en la ciudad de Córdoba y será inaugurado por el rey y la reina Letizia.
Según dijeron testigos del encuentro a Vía País, el rey también escuchó los orígenes de cada uno de los legisladores presentes. Por ejemplo, Cobos le contó que su abuelo provenía de Murcia.
Además, dialogaron sobre los avances en los convenios de revalidación de títulos en España y en la Argentina, y el monarca se interesó especialmente por el potencial del trabajo conjunto entre ambos países en procesos de investigación.
También los legisladores conversaron con el rey sobre la carga impositiva para la economía, asunto sobre el cual el diputado Lousteau, economista y exministro de Economía de la Nación, se explayó ampliamente, pudo saber este diario.
En un momento, el rey deseó ante los presentes buenos resultados en las elecciones. Y entonces la jefa del bloque massista de Diputados, Graciela Camaño, rápida de reflejos, le contestó: "Bueno, que sea para todos".
La respuesta, en un clima distendido, fue celebrada por todos los presentes.
"Fue muy cálido, muy concreto. Destacó la importancia de que podamos trabajar utilizando nuestra lengua, que nos une y que no estamos utilizando como podríamos. Y hablamos de la importancia de lo que se va a hablar en el Congreso de la Lengua y que a través de la calidez también se hacen los negocios comerciales", resumió al término del encuentro la diputada macrista Schmidt-Liermann.
Invitados
En el recinto de Diputados, el Rey firmó los libros de honor del Congreso, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Josep Borrell Fontelles, y el embajador español en la Argentina, Francisco Javier Sandomingo Núñez.
La comitiva española estuvo además conformada por el jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín Alonso; el consejero diplomático Alfonso Sanz Portoles; y el director general para Iberoamérica y el Caribe del ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, Antonio Pérez-Hernández y Torra.
El Congreso recibió con honores al rey en el marco de la primera visita de Estado de España a la Argentina en más de 30 años.
Por la mañana Felipe VI y su esposa, Letizia Ortiz Rocasolano, habían sido recibidos en la Casa Rosada por el presidente Mauricio Macri.
Luego el rey y su comitiva visitaron el Congreso y la agenda oficial continuaba en la Corte Suprema de Justicia.
En el traslado desde la Casa Rosada al Palacio del Congreso, por avenida Plaza de Mayo, el rey fue escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballos General San Martín y cadetes de la Policía Federal Argentina.