La cuenta final que Odebrecht deberá pagarle a la Argentina por sus sobornos podría superar con creces los $ 4500 millones. No sólo eso. También corre riesgos de que le quiten el contrato para soterrar el tren Sarmiento y que la excluyan de futuras licitaciones.
La cifra de $ 4500 millones se basa en los montos que la propia Odebrecht reconoció al admitir su responsabilidad ante la justicia de Estados Unidos. Allí detalló que pagó US$ 35 millones en coimas a funcionarios argentinos, pero también indicó que gracias a esos sobornos obtuvo beneficios por unos US$ 278 millones, que al tipo de cambio vigente equivalen a unos $ 4500 millones.
Las leyes y decretos nacionales vigentes representan un cerrojo a las pretensiones de Odebrecht, que en Brasil y en Estados Unidos contó con una herramienta legal que aquí aún no existe: la posibilidad de negociar con las autoridades judiciales o administrativas.
En ese sentido, Odebrecht chocó en Buenos Aires con una pared. Planteó que quiere abonar una multa por US$ 35 millones y retrucó con que si le reclaman más, puede optar por cerrar sus puertas en la Argentina. "No tenemos activos en el país para afrontar esa cifra", desafiaron desde la compañía.