Por segunda vez en menos de seis meses, la empresa Belgrano Cargas sufrió un cuantioso robo en el barrio Santa Rosa de Lima, donde una banda aún no identificada consiguió detener la formación del tren sin provocar un descarrilamiento o amenazar al conductor.
Al igual que en julio, cuando la Justicia confirmó el hallazgo de unas 80 toneladas de soja sustraídas en la misma zona de la capital, los ladrones consiguieron hacerse de una gran cantidad de granos sin recurrir a la violencia ni provocar daños significativos sobre la traza ferroviaria.
Siete de los 60 vagones de maíz que circulaban sobre la vía quedaron vacíos después de que la locomotora detuviera su marcha de forma imprevista a última hora de la tarde del jueves. Según la policía, los maleantes aprovecharon la baja velocidad a la que debe circular en ese sector urbano y consiguieron cerrar una válvula de presión de aire para que la máquina se frenara.
Una vez que el tren paró cerca del cruce sobre calle Moreno, la carga de las tolvas se derramó sobre la vía y el terraplén entre las casas, donde rápidamente actuó un grupo de personas para embolsar y empezar retirar los granos. Belgrano Cargas reportó la pérdida de unas 250 toneladas y la policía debió montar un operativo especial durante la noche para limitar los robos hormiga a lo largo de la traza.
En agosto, un motorman de la misma empresa sufrió un asalto mucho más violento a partir de la irrupción de unas 50 personas apostadas con palos y piedras sobre la vía a la altura de Monte Vera. En aquella oportunidad, sin embargo, no se llevaron mercadería sino elementos que estaban a bordo de la máquina.
