Entrevistas de trabajo: estas son las preguntas que no tenés obligación de responder

Uno las responde con naturalidad, pero la realidad es que no deberían hacerlas.

Ya sea que la entrevista la haga un jefe o alguien de Recursos Humanos, es probable que alguna de estas preguntas estén. (Imagen ilustrativa)
Ya sea que la entrevista la haga un jefe o alguien de Recursos Humanos, es probable que alguna de estas preguntas estén. (Imagen ilustrativa) Foto: Gentileza

Todos pasamos alguna vez por una entrevista de trabajo, y si no lo hicimos aún, será en algún momento. En ellas, es importante saber que hay preguntas que muy posiblemente la persona de recursos humanos y hasta los mismos jefes harán, pero que uno no tienen la obligación de contestarlas... Mirá cuáles son.

Sobre género: “¿Cuál es tu orientación sexual? ¿Estás embarazada?”

Este tipo de preguntas implica una discriminación a las mujeres en un mercado laboral, y no solo a las mujeres sino también a las personas que tienen otra orientación sexual que no sea heterosexual. Estas preguntas no deberían hacértelas y en el caso que te las hagan, vos no tenés por qué responderlas.

Estado civil o situación familiar: “¿Estás casado? ¿Tenés hijos? ¿Con quién vivís?”

Esta pregunta puede tratar de averiguar la disponibilidad o el compromiso del potencial empleado.

Si no respondes llamarás la atención, pero no es obligación. (Foto: Ilustrativa Web)
Si no respondes llamarás la atención, pero no es obligación. (Foto: Ilustrativa Web)

“¿Cuál es tu ideología? ¿Vas a la iglesia? ¿A quién votaste? ¿Estás afiliado a algún partido político?”

Las ideas políticas y religiosas no pueden estar presentes en una entrevista de trabajo. Si uno está capacitado para obtener tal trabajo no debería haber un pensamiento político que haga frente al labor.

“¿Cuánto medís? ¿Cuánto pesás?”

Si el puesto de trabajo para el que te estás postulando no tiene una vinculación directa con este punto (en algunos empleos, como el de Policía, hay un límite mínimo de altura por cuestiones de seguridad), la incógnita debe evitarse. Lo mismo sucede con la discapacidad.