Casa propia: Lifschitz firmó el contrato de adjudicación para la construcción de 640 viviendas en Rosario

Se construirán en la zona norte, en el complejo habitacional ex-Villa Olímpica.

La nueva urbanización, que beneficiará de manera directa a tres mil rosarinos. (Prensa Gobernación)
La nueva urbanización, que beneficiará de manera directa a tres mil rosarinos. (Prensa Gobernación)

El gobernador Miguel Lifschitz firmó este jueves el contrato de adjudicación con las cuatro empresas que ejecutarán 640 viviendas en la zona norte de la ciudad. Del total de casas, 31 estarán adaptadas para personas con discapacidad.

"En tiempos en los que solo se habla de dólares, de tasas y de mercados, a nosotros nos gusta más hablar de estos temas, porque son los que le interesan a la gente. Este es un país que necesita desarrollo, crecimiento e inversión pública y privada, que necesita generar empleo, darle oportunidad a las nuevas generaciones de que puedan encontrar una salida laboral y a través de su trabajo puedan acceder a algo fundamental para la construcción de la familia como es la vivienda y el techo propio”, enfatizó el mandatario provincial.

Las unidades corresponden al acuerdo rubricado con Nación en el mes de abril. El proyecto prevé construir 640 nuevas casas en el complejo habitacional ex-Villa Olímpica, lindero a barrio Rucci, en Salvat y Circunvalación.

Las viviendas tendrán dos dormitorios y serán de una y dos plantas. Del total, 31 estarán adaptadas para personas con discapacidad. La nueva urbanización beneficiará de manera directa a tres mil rosarinos y contará con financiamiento conjunto de la provincia y la Nación por un monto de 675.028.507 pesos.

"Construir viviendas no es solamente construir una casa, es construir ciudad. Hay que pensar en los servicios, el trazado urbano, la conectividad, la infraestructura que se requiere, las escuelas, los centros de salud y los espacios para la actividad comercial, lo que implica toda una tarea de planificación para que esos lugares sean realmente lugares de desarrollo personal, colectivo y familiar", destacó Lifschitz.