Se internó en el monte y ayudó a una mujer aborigen a dar a luz

Luego llevó a la mujer y a su hija devuelta hasta la ambulancia donde fueron trasladados al hospital.

La enfermera Sofía Gimenez con el recién nacido en brazos.
La enfermera Sofía Gimenez con el recién nacido en brazos.

Una enfermera que trabaja en los municipios de San Pedro y Pozo Azul caminó un kilómetro el martes pasado en pleno monte misionero para asistir a una mujer aborigen que dio a luz en la aldea Mbya Alecrin. Al no poder utilizar la ambulancia, para llegar hasta donde estaba la mujer tuvieron que internarse en la selva.

Después de que la guardia del Caps de Pozo Azul recibiera un llamado desde la comunidad guaraní en la que solicitaban el traslado de una embarazada a punto de parir a su quinto hijo. Sofía Giménez de 49 años junto al equipo de salud arribaron a una zona cercana a la aldea que no tenía caminos transitables para que ingrese una ambulancia. Debido a la urgencia, la enfermera tomó sus instrumentos médicos y caminó mil metros hasta la aldea Mbya, donde le advirtieron que la paciente ya había entrado en trabajo de parto.

La enfermera Sofía Gimenez con el recién nacido en brazos.
La enfermera Sofía Gimenez con el recién nacido en brazos.

"La ambulancia no pudo llegar hasta la aldea porque es un trillo por un cañadón, entonces fui lo más rápido que pude, no la trasladamos en el momento porque la niña nació ahí, pesó unos 3.300 kilos", relató la enfermera. Después del parto, Giménez guió a la madre, mientras llevaba al bebé en brazos hasta la ambulancia, ambas fueron derivados al Samic de Eldorado.

La profesional de la salud tiene 24 años de experiencia en el rubro y desde hace cuatro se desempeña en el nuevo municipio de Misiones, Pozo Azul. Según detalló la enfermera, no sería la primera vez que le toca asistir a un parto, ya que son frecuentes los nacimientos en las aldeas de la zona. La mujer resaltó que para ella el sonido más hermoso es el primer llanto de un recién nacido.

"Es algo muy hermoso, ver nacer a un nuevo ser es impresionante, poder ayudar en ese momento llena el alma. Las madres aborígenes son muy tranquilas y eso ayuda a que el trabajo sea exitoso. Yo lo hago con mucho amor", expresó Giménez. Según publicó El Territorio.