Martín Guzmán avanza en las negociaciones con el FMI y se define el mecanismo para blindar políticamente el acuerdo

El ministro de Economía, Martín Guzmán, retomará los contactos con los representantes del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que el país acceda a un nuevo programa que le permita reestructurar su deuda de alrededor de 44 mil millones de dólares.

Paralelamente, en el Senado se evaluará la iniciativa que giró la Casa Rosada para que el acuerdo con el Fondo sea sometido a la consideración de los representantes del Poder Legislativo, al igual que cualquier otro programa para emitir deuda pública.

Guzmán reactivará las deliberaciones con los referentes del organismo multilateral de crédito que conduce Kristalina Georgieva, y que se vieron brevemente interrumpidas por las celebraciones que el jueves pasado se realizaron en los Estados Unidos para conmemorar el Día de Acción de Gracias.

En una reciente entrevista con el diario Página 12, Guzmán reiteró que el objetivo es “actuar con responsabilidad” y definir un nuevo acuerdo con el Fondo. “Lo primero es tener un programa propio que ataque las deficiencias de la economía en el contexto de la construcción del consenso sobre los pilares de un crecimiento sostenido con estabilidad”, dijo.

El titular de la cartera económica evitó hablar de las reformas que se incluirán en el nuevo acuerdo y trató de minimizar la preocupación en torno a esas definiciones al señalar que el gobierno del Frente de Todos va “a defender los intereses del pueblo argentino”.

Sin embargo, dejó en claro que el camino deberá contemplar una reforma laboral, una previsional y un mayor ajuste fiscal. “¿Cuál es la opción? Hacer un default a la deuda del Fondo. Tendría un costo inmenso. Sería hacer un default a los países, que son los socios del organismo. Pasaríamos a ser un país paria”, aclaró.

El objetivo, que ya tendría un primer aval del FMI, es que la Argentina acceda ahora a un plan de Facilidades Extendidas, con el que se postergarían hasta 2024 los vencimientos de la deuda que solicitó la administración de Mauricio Macri apenas se desató la crisis de 2018 que marcó el inicio de una extensa recesión económica.

Los enviados del organismo completaron recientemente la segunda misión en Buenos Aires, que estuvo encabezada por Julie Kozack, subdirectora del Departamento del Hemisferio Occidental, y Luis Cubeddu, jefe de Misión para Argentina. Al término de esos contactos, destacaron que el Fondo “acogió positivamente la intención de las autoridades de solicitar un programa bajo el Servicio Ampliado del FMI (SAF o EFF, por sus siglas en inglés) así como su intención de respaldarlo con un amplio consenso político y social”.

“Se han logrado buenos avances en definir los elementos iniciales de dicho programa y se espera que las negociaciones entre los equipos continúen de manera remota durante las próximas semanas”, señalaron los enviados del Fondo.

Al margen de las gestiones de Guzmán, en las próximas horas se avanzará con otro paso clave tendiente a establecer el mecanismo necesario para darle al futuro acuerdo el respaldo político que anhelan tanto en la Casa Rosada como en el FMI, sobre todo, tras las duras críticas que recibió el anterior acuerdo que firmó Macri.

Trabajo en el Senado

En la Cámara de Senadores, que preside Cristina Kirchner, se evaluará este lunes el proyecto que giró Guzmán y que establece que las negociaciones deben contar con aval parlamentario en materia de deuda pública con cualquier tipo de financiación internacional.

El tratamiento de la iniciativa estaba inicialmente previsto para el pasado jueves 26 pero se pospuso por el fallecimiento de Diego Maradona. “Todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el FMI, así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley”, dice el texto que elaboró la Casa Rosada.

Además, el bloque de legisladores del oficialista Frente de Todos incluyó un artículo al texto remitido al Congreso (el tercero), según el cual las divisas que ingresen al país como parte de un acuerdo de crédito no pueden ser utilizadas para gastos corrientes.

Por la corresponsalía de Buenos Aires.