Lagomarsino dijo que con Nisman tenía una relación 'amo-esclavo'

El único imputado declaró por más de diez horas ante el juez Julián Ercolini.

El colaborador informático del fiscal argentino Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, durante una rueda de prensa. (EFE).
El colaborador informático del fiscal argentino Alberto Nisman, Diego Lagomarsino, durante una rueda de prensa. (EFE).

El técnico en informática Diego Lagomarsino dijo este martes ante la justicia federal que tenía una relación de "amo-esclavo" con Alberto Nisman, e insistió en que el fiscal del caso AMIA le pidió prestada el arma de la que salió el tiro que lo mató el 18 de enero de 2015.

Lagomarsino está imputado como partícipe necesario del supuesto asesinato del fiscal Nisman, motivo por el cual tiene su libertad restringida: lleva una tobillera electrónica, no puede salir del país y cada 15 días debe presentarse en el juzgado de Julián Ercolini.

El ex asesor informático de Nisman declaró durante casi diez horas en los tribunales federales de Comodoro Py, en el barrio porteño de Retiro, donde, por momentos, se quebró y aseguró que esta causa le "destruyó la vida", según reconstruyeron fuentes judiciales.

"No me importa cómo murió, igual me cagaron la vida", sostuvo Lagomarsino durante su indagatoria, según las fuentes con acceso al expediente que, además, indicaron que el acusado lloró en varias oportunidades.

Durante la indagatoria estuvieron presentes el juez Ercolini con un secretario, los abogados Gabriel Palmeiro y Martín Chasco y el fiscal Eduardo Taiano -con una secretaria- quien elaboró un cuestionario de 150 preguntas destinadas a ntentar esclarecer la naturaleza del vínculo entre Nisman y Lagomarsino.

La indagatoria se realizó tras una acusación fiscal en la que se dio por probado que el investigador del atentado a la AMIA fue asesinado entre el 17 y 18 de enero de 2015 y que para ello se usó el arma registrada a nombre del acusado como parte de un plan orquestado para simular un suicidio.

Este martes por la mañana, el técnico informático llegó a los tribunales federales de Retiro en libertad, pero con sus movimientos supervisados a través de una tobillera electrónica con GPS que se activa si se aleja más de cien kilómetros de su vivienda en la localidad bonaerense de Martínez.

Lagomarsino ya declaró en la causa pero como testigo bajo juramento de verdad en el inicio de la investigación, cuando la causa tramitaba en el fuero criminal ordinario.