¿Cómo evitar el golpe de calor?

Recomendaciones y cuidados para tener en cuenta frente a las altas temperaturas en Tucumán.

Prevención en época de altas temperaturas.
Prevención en época de altas temperaturas.

Las altas temperaturas que se registraron en la última semana en el verano tucumano invitan a tener ciertas precauciones a la hora de salir a la calle para no poner en riesgo la salud y evitar un golpe de calor.

Desde el Ministerio de Salud Pública se difundieron una serie de recomendaciones que van dirigidas principalmente bebes, niños y adultos mayores.

Hidratarse con agua confiable, consumir frutas y verduras y evitar el sol directo, son algunas medidas para protegerse de los efectos de las altas temperaturas en la salud.

La doctora Graciela Lavado, a cargo de la Secretaría Ejecutiva Médica del Siprosa menciona que: "Estamos viviendo días con altas temperaturas y humedad por lo que la sensación térmica es elevada, es por eso que tanto niños como adultos mayores deben evitar exponerse al sol, especialmente entre las 11 y las 16, tienen que permanecer en lugares frescos y consumir frutas y verduras como principal fuente de alimentación. A su vez, es aconsejable utilizar ropa clara y fresca".

Síntomas del golpe de calor

Si bien cualquier persona puede sufrir un golpe de calor, los más vulnerables son los bebés; los niños pequeños; los mayores de 65 años y quienes padecen enfermedades crónicas, respiratorias o cardíacas; hipertensión arterial; obesidad y diabetes.

Es importante estar alerta a los síntomas y se debe consultar al médico y tomar conductas activas. El agotamiento por calor es un estado previo al golpe de calor y hay que reconocerlo para prevenir una situación más grave. Los síntomas son:

  • Sudoración excesiva
  • En los bebés puede verse la piel muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal (sudamina)
  • Piel pálida y fresca
  • Sensación de calor sofocante
  • Sed intensa y sequedad en la boca
  • Calambres musculares
  • Agotamiento, cansancio o debilidad
  • Dolores de estómago, inapetencia, náuseas o vómitos
  • Dolores de cabeza
  • Irritabilidad (llanto inconsolable en los más pequeños)
  • Mareos o desmayo