Tras permanecer varios días en coma inducido, falleció el joven de 28 años que recibió días atrás un balazo en el cuello disparado por un policía que lo confundió con un ladrón.
Se trata de Claudio Adrián Sánchez, quien se encontraba en coma en la sala de terapia intensiva del hospital Padilla, desde hace nueve días.
El hecho se produjo, el martes 6 a las 22.30h, cuando la víctima pasó empujando una Honda Twister roja, que tenía activada la alarma de seguridad, cerca de una verdulería al norte de la capital tucumana donde se encontraba el agente federal Víctor Hugo Cuezzo.
En ese momento, algunos de los vecinos de la zona comenzaron a gritar que Sánchez se estaba robando la moto, por lo que Cuezzo se identificó como policía y le pidió mostrara la documentación del vehículo, pero el joven no hizo caso a la orden y el policía le disparó hiriéndolo en el cuello.
Según informaron fuentes, Cuezzo quedó detenido y declaró ante la justicia que "Sánchez se levantó la remera y sacó un arma de fuego que tenía en la cintura", por lo que el agente se vio obligado a sacar su arma reglamentaria y realizar el disparo.
Los efectivos que intervinieron secuestraron en el lugar del hecho el arma reglamentaria del agente, calibre 9 milímetros, y el arma que llevaba el joven.
Omar Sánchez, padre de la víctima, contó que su hijo no estaba robando "la moto le pertenecía y la estaba empujando hasta su casa porque se había quedado parada en la esquina.
"Tenía un arma registrada a su nombre por distintos hechos de inseguridad que sufrió para cuidar a su familia, ya que era padre de dos bebés", finalizó el padre de la víctima.