Confirman que había sangre del cura asesinado en la ropa y calzado del detenido

El detenido fue imputado por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía en perjuicio del sacerdote.

Según la autopsia, el sacerdote asesinado en una parroquia recibió 14 puñaladas. (Télam)
Según la autopsia, el sacerdote asesinado en una parroquia recibió 14 puñaladas. (Télam)

Las pericias confirmaron que la sangre del sacerdote Oscar Juárez, asesinado de 15 puñaladas en julio de este año en su vivienda parroquial, estaba en la ropa y el calzado secuestrado al único detenido por el hecho. Del cotejo de ADN realizado por especialistas del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Buenos Aires surgió que la sangre encontrada coincide con el ADN del sacerdote.

"Las pruebas de ADN dieron positivo en la planta de las zapatillas que se secuestraron al ser requisado el auto del imputado, al igual que un pantalón de jean encontrado en su domicilio", informó la fiscal Adriana Giannoni, a cargo del caso, al conocer los resultados.

Asimismo, la fiscal indicó también que las pericias revelaron que un cuchillo secuestrado en el marco de la causa "es el arma homicida". De acuerdo con las pesquisas, el cuchillo fue entregado a la policía (a los pocos días de ocurrido el crimen) por una vecina de la parroquia, quien declaró que se lo compró a un hombre que vendía chatarra.

El único detenido en la causa es hijo de la secretaria de la Iglesia donde estaba Juárez y fue imputado por el delito de homicidio agravado por ensañamiento y alevosía en perjuicio del sacerdote y los investigadores sospechan que el ataque estuvo relacionado con un intento de robo.

En tanto, de acuerdo a la pesquisa, el sujeto conocía la existencia de una suma de dinero que el religioso tenía guardada, le contó a su hijo y éste ingresó a la casa parroquial para robarlo, momento en que fue descubierto por Juárez y lo asesinó a puñaladas.

La hipótesis surgió luego de que los hermanos de Juárez declararan ante la fiscal Giannoni que el sacerdote tenía un monto ahorrado de 67.000 dólares, aunque no en su poder sino que un día antes del crimen se los había dado a ellos para que se los cuidaran.

Los investigadores llegaron a Herrera tras analizar las cámaras de seguridad municipales y lo detuvieron durante un allanamiento en un domicilio ubicado en el pasaje Hernán Cortez al 3200, en el barrio Villa Luján, en la Capital, a unas cuadras de la iglesia.