Así se vive la cuarentena en Santiago del Estero

Una familia capitalina nos contó como se vieron modificadas las tareas diarias y como se adaptaron al aislamiento obligatorio.

Familia Padilla Encalada.
Familia Padilla Encalada.

El aislamiento obligatorio decretado por el Gobierno nacional y acatado por todas las provincias ya supera los 20 días. Los argentinos tuvieron que modificar sus costumbres, hábitos y actividades para poder hacer frente a la lucha contra la pandemia del coronavirus.

En Santiago del Estero además de continuar con los dictámenes del ejecutivo nacional se aplicaron ciertas restricciones como la no circulación de los colectivos y el uso del barbijo obligatorio a partir del próximo lunes, lo cual hace que los ciudadanos deban adaptar su vida a esta realidad inédita ante la pandemia.

Eugenia Padilla dialogó con Vía Santiago del Estero y nos contó como viven el aislamiento preventivo y obligatorio en la capital santiagueña.

El hogar de los Padilla está conformado por cuatro personas, Eugenia junto a sus padres y su hermana menor. "Desde el día que declararon cuarentena obligatoria estamos en casa. Salimos al super cuando necesitamos reponer mercadería. Y mi papá sale por las mañanas cuando mi abuela necesita, ya que es discapacitada y vive con mi tía que es paciente oncológica, como son personas de alto riesgo él sale por ellas cuando necesitan y para eso se hizo un permiso que lo habilita a circular", comentó la joven.

Con relación a la administración de la economía del hogar comentó que "es el mismo gasto. No se dejó de pagar los impuestos y el gasto de super es el mismo".

La vida laboral es uno de los factores donde mayormente se ven los cambios en la rutina diaria, y así lo cuenta Eugenia: "Soy docente y se modificó en mucho mi trabajo. No se concurre a las escuelas pero trabajamos vía online con los alumnos, lo que implica modificar lo previamente organizado".

En cuanto a las actividades cotidianas asegura que el principal cambio lo viven en "la rutina, (es que) uno anda más relajado sin horarios, pero hay más sedentarismo". Además añadió: "Ahora podemos compartir el almuerzo, antes por los horarios de trabajo no lo hacíamos".

Lo que más está costando en estos momentos con la cantidad de días dentro de casa es el encierro. "No poder salir las primeras semanas se toleraba, pero a esta altura ya se hace más difícil", concluyó.