El Gobierno provincial extendió este miércoles las excepciones al aislamiento social, preventivo y obligatorio todas las localidades por fuera del Gran Rosario y el conglomerado de la ciudad Santa Fe. Con sólo dos casos nuevos de coronavirus en una semana, las autoridades advierten que en esta nueva etapa obliga a "mantener las conductas sociales" para evitar el contagio.
La Casa Gris ya había anunciado el domingo que levantaría el tope de 5 mil habitantes para las actividades permitidas en la provincia. La principal beneficiaria en la lista es Rafaela, la cual dejó de ser considerada como sitio de circulación por conglomerado de coronavirus con la venia de la Casa Rosada.
El Ejecutivo resolvió desdoblar algunos rubros habilitados y establecer otro criterio en torno a la población de cada ciudad. En ciudades de más de 20 mil personas, el comercio mayorista y minorista no podrá funcionar en simultáneo con los bancos. En localidades más pequeñas podrán atender al público hasta las 19.
Profesionales liberales pueden retomar su labor de acuerdo a los protocolos sanitarios que diseñó la Provincia. Lo mismo corre para los servicios de peluquería, manicura, podología, fletes, inmobiliarias, obras privadas hasta 5 trabajadores, asociaciones y agencias para el desarrollo. Aunque se establecen algunas diferencias según el tipo de actividad, el ministro de Gestión Pública, Rubén Michlig, subrayó la necesidad de sostener el distanciamiento, las condiciones de higiene y el uso del barbijo comunitario.
Los intendentes y presidentes comunales son responsables del control de las medidas específicas que se adopten. Este lunes el gobernador Omar Perotti también había dejado la puerta abierta para que las autoridades locales implementen reglas más específicas por su cuenta.
En el marco de la pandemia se registraron 244 personas con COVID-19 en el distrito y en la provincia pasaron seis días sin nuevos resultados positivos hasta este martes a partir de los cientos de test que se realizan cada jornada. Sin embargo, Perotti adelantó que "si se enciende una luz amarilla" y se acelera nuevamente la propagación de la enfermedad, no dudarán en "volver atrás" y reinstaurar una cuarentena más estricta.
"Los santafesinos hicieron realmente un acompañamiento muy fuerte al aislamiento. No entramos en una etapa donde vamos a relajarnos o a flexibilizar las exigencias en salud. Todo lo contrario, es cuando nos ponemos más a prueba. Aquí hay que encontrarse con más gente en la calle y el comportamiento de cada uno es clave", manifestó el rafaelino.