Justo Daract: le dieron 14 años de cárcel a un abusador de menores

Pesan sobre él diversos testimonios por abusos sexuales. Se aprovechaba de la situación de vulnerabilidad de los niños. Desde el jueves a la tarde es un recluso de la Penitenciaría de San Luis.

Hombre esposado
Hombre esposado

Este jueves los jueces de la Cámara Penal 1 de Villa Mercedes le dictaron 14 años de prisión, sin el beneficio de la domiciliaria como tenía hasta el momento a José Orlando Girardi, quien estaba procesado hace ocho años por los abusos a tres niños de su barrio, en la localidad de Justo Daract en San Luis. Aunque él se declaró inocente desde el principio de la causa, las pruebas demostraron lo contrario.

El hombre repitió desde que empezó el juicio "soy inocente" y en las últimas semanas lo volvió a remarcar; Hasta se animó a decir que las familias de los menores hacían esto solo "para sacarle plata". Pero los testimonios ventilados durante el debate oral lo desmintieron, informó El Diario de la República.

Girardi tiene 68 años y fue condenado por "abuso sexual gravemente ultrajante" en el caso de I.B; de "abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores" en perjuicio de M.L. y de "corrupción de menores" en el caso de R.F.

El hombre fue denunciado el 14 de agosto del 2011 por la mamá de I.B, quien tenía 11 años en ese momento. El nene le había contado a su mamá que hacía aproximadamente un mes, el vecino que vive en el barrio Villa Rafaela, de la localidad puntana, los había manoseado a él y a un amiguito. 

Girardi de 68 años fue llevado al penal de San Luis el jueves.
Girardi de 68 años fue llevado al penal de San Luis el jueves.

Según el medio local I. contó que estaba jugando con otros vecinos cuando Girardi los invitó a subir a su camioneta para dar una vuelta. Con esa vil excusa, los llevó hasta un canal, les hizo bajarse los pantalones y luego se los bajó él. Les hizo cosas y les ordenó que tambien le hicieran a el. 

Como suele suceder en estos terribles casos, cuando la primera denuncia salió a la luz, otras se sumaron. Uno fue el de M.L., quien le contó a su papá que Girardi los había manoseado a él y a un amigo, una vez cuando se subieron a un techo. El otro caso fue el de R.F. 

R describió varios episodios realmente escalofriantes. Conoció al hombre cuando llegó al barrio y contó que una vez se subió a su traffic como acompañante y el abusador le tocó sus partes intimas. En otra oportunidad, mientras retiraban unos escombros, lo llevó hasta la parte de atrás del rodado, donde tenía una cama y lo desvistió a la fuerza, lo tiró sobre el colchón y lo abusó. 

En otro momento también se aprovechó de él en una casilla rodante y en un galpón, al que había llevado a otros tres nenes del barrio.

Laura Capobianco, una de las abogadas de las familias de las víctimas, además de repasar el historial de abusos, subrayó sobre Girardi: "Se ganaba la confianza de los chicos haciéndole regalos o entregándoles dinero".

Por su parte, Alberto Mariani, el otro representante de las familias, analizó las pruebas y remarcó la lógica, coherencia y lucidez de los testimonios de los chicos. Para el acusado, "los niños eran objetos sexuales", dijo y pidieron para Girardi la pena máxima.

Yésica Agüero, defensora de Menores, dijo que los relatos de los pequeños fueron clave. "No hay falseamiento, ni simulación. Escuchamos testimonios desgarradores en el debate", indicó y solicitó 14 años de prisión para el abusador.

El fiscal de Cámara, Néstor Lucero, por su parte, lo calificó a Girardi de perverso y sádico. Manifestó que se aprovechó de la situación económica y de poder que tenía para cometer los abusos, ya que era una persona de buen pasar económico y ayudaba a los chicos carenciados. Pidió para el abusador 15 años de cárcel.

El defensor, Julio César Fernández Triches, cuestionó las pruebas aportadas por las víctimas y mencionó otras causas en las que los acusados habían sido absueltos. Luego pidió que si su cliente resultara condenado, le fuera concedida la prisión domiciliaria porque su salud corría peligro.

Luego del falló, Silvia, la mamá de uno de los chicos abusados, se desahogó: "Fue muy triste todo, pero valió la pena, porque ahora tenemos el fruto de esa lucha (...) Que se pudra en la cárcel, porque esto no es una cosa que se cura. Los abusos, las violaciones no se olvidan", expresó.