El miércoles la Cámara del Crimen de Concarán en San Luis condenó a Emiliano Schiaverano por el delito de homicidio culposo a cinco años y seis meses de prisión. Está acusado de matar a Cristian Munyau, que circulaba en motocicleta, por las calles de la localidad turística de Merlo.
Aunque el fiscal de Cámara Nestor Zudaire había solicitado una pena de 15 años por homicidio simple; la decisión final no fue bien recibida por los familiares de la víctima, según informó El Diario de la República.
Uno de los jueces, Sergio Darío De Battista consideró que Schiaverano debía ser condenado por homicidio simple. Sin embargo Sandra Elizabeth Piguillem y Juan Manuel Saá Zarandon estuvieron de acuerdo en que lo condenen por homicidio culposo. Por lo que le dieron una pena mucho menor.
La fatídica noche del sábado 22 de julio de 2017, Cristian Munyau y Emiliano Schiaverano cada uno con su grupo de amigos, salieron al boliche BNZ de la localidad merlina y una vez que se fueron, terminaron en un kiosco sobre calle Poeta Agüero al 300.
Algunos testigos relataron que Rodrigo Munyau, hermano de Cristian, provocó a Emiliano en ese comercio. Pero otros, en cambio, señalaron que Schiaverano y Cristian Sterzer, el joven que lo acompañaba en su Ford Fiesta Kinetic, fueron los provocadores.
Rodrigo esa misma noche recibió una paliza en la calle, por parte de unas cinco personas. Los ocupantes del Fiesta negaron haber participado. Cristian llegó unos minutos después en su Motomel S2 150 y enfurecido cuando se enteró de lo ocurrido con su hermano, salió en busca de Schiaverano.
Lamentablemente lo encontró en Avenida del Sol y Presbítero Becerra, y como venganza le pateó el espejo retrovisor izquierdo. Luego, según informó un perito, Schiaverano lo persiguió a más de 70 kilómetros por hora y lo encerró frente a la sucursal del Banco Nación, hizo que el motociclista cayera y derrapara 21 metros junto a su moto.
Toda la situación no quedó registrada, pero las luces de los vehículos se ven en una filmación de las cámaras de seguridad del banco, a partir de las cuales pudo inferirse que la maniobra de Schiaverano fue intencional.
Las heridas que sufrió Munyau fueron tan graves que se cobraron su vida cinco días después, en la terapia intensiva del Hospital San Luis, a donde había sido trasladado.
La única vez que declaró durante la etapa de investigación, el 3 de agosto de 2017, Schiaverano dio a entender que se trató de un accidente y que, más que encerrar a la víctima, en realidad quiso pararlo para pedirle una explicación.
Jorge Pinto, juez instructor de la causa, se valió de una pericia para determinar que la maniobra de encierre fue intencional, sumado al hecho de que el acusado escapó de la escena sin ayudar a Cristian y luego intentó ocultar las marcas que habían quedado en su Ford.