Tenía una pitón de mascota en un departamento

La serpiente tiene un año y mide cuatro metros. El procedimiento de rescate tardó cinco horas.

piton albina de 4 metros
piton albina de 4 metros

A través de una denuncia anónima, se realizó un operativo que logró rescatar una pitón albina hembra, de un año aproximadamente, y de casi 4 metros, que un vecino de Villa Mercedes tenía en su departamento cel centro de San Luis. 

Luego de cinco horas de procedimiento, personal de Secretaría Ambiental y Parques, y efectivos de la Policía Ambiental encontraron al animal, que fue trasladado al Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS) ubicado en la Reserva Florofaunística de La Florida. Allí, la especie exótica recibirá la atención necesaria, y se evaluará su recuperación y destino.

El juez que ordenó la intervención, Santiago Ortiz, expresó que la denuncia se recibió de forma anónima luego del que dueño exhibiera a través de una red social como alimentaba a la pitón con otros animales vivos.

"El animal se encontraba deambulando por el departamento cuando ingresamos, aparentemente se encuentra en buen estado y sería una hembra de un año y medio", declaró el juez.

Las pitones 

Las pitones son serpientes constrictoras, y por definición, no venenosas. Normalmente atacan, emboscados, a animales que pasan cerca. Matan a sus presas por asfixia, primero muerden agarrándolas con la boca y enrollando rápidamente su cuerpo alrededor de ellas. Una vez así, se ejercen presiones altas sobre las costillas y pulmones de su presa, que de este modo no puede inhalar.

Gran parte de las pitones se alimenta de animales de "sangre caliente", como pájaros y mamíferos, aunque se sabe de especies que capturan también a otros reptiles (incluyendo otras serpientes), anfibios y peces. El tamaño de las presas varía enormemente, pero suelen ser de pequeño tamaño (las especies grandes consumen animales del tamaño de un gato doméstico).

Las pitones, como el resto de las serpientes, engullen completamente a sus presas y la digestión dura varios días. Si la presa es de gran tamaño, puede requerir incluso varias semanas.

A pesar del tamaño de algunas especies, el ser humano se encuentra fuera del tamaño habitual de sus presas, por lo que generalmente son inofensivas, excepto si se las asusta o provoca.