La emotiva historia de "Cabezón", el perro callejero más querido de San Luis

Hace diez años pasea por las calles de la capital puntana con su espíritu libre. Gabriela, su amiga y cuidadora, lo busca y cuida todas las noches.

Cabezón y Gabriela, amigos incondicionales.
Cabezón y Gabriela, amigos incondicionales.

La historia de "Cabezón Osito Cannabis", el famoso perro que hace diez años recorre las calles del centro de la ciudad de San Luis, se hizo conocida luego de que docenas de puntanos marcharan hace un mes para evitar que lo encerraran en la canera, luego de que un hombre lo acusara de agresión.

Sin embargo, con la historia de 'Cabezón' se conoció a Gabriela Pedernera una mujer que todas las noches lo busca y lo lleva a su casa. Ella respeta su espíritu libre porque sabe que "la calle es su esencia".

Cabezón y Gabriela, amigos incondicionales.
Cabezón y Gabriela, amigos incondicionales.

Gabriela es amante de los animales y conoció a 'Cabezón' hace unos cuatro años. "Cuando lo traje a mi casa fue porque un proteccionista puso que lo vio muerto de frío y hecho una bolita. Me dio pena y dije voy a tratar de ayudarlo" recordó a El Diario de la República.

En esa época Gabriela estaba en duelo por la muerte de su fiel perrita con la que vivió durante 11 años, por lo que estaba un poco negada a encariñarse con otro perrito; pero 'Cabezón' ganó su corazón y todas las noches, al finalizar su jornada laboral en una peluquería, ella sale a la calle con la correa verde en sus manos para buscarlo y llevarlo al hogar.

"Hubo una conexión entre nosotros y nos elegimos. Lleva mucho tiempo en la calle y esa es su esencia. No va a cambiarla", dijo la amiga de 'Cabezón' y describió que todos los días "lo busco primero en la plaza Pringles y sino está ahí voy directamente a la avenida Illia. 'Cabezón' tiene sus bares preferidos", dijo entre risas.

Luego reflexionó que "a la gente le cuesta entender de que existen animales que son callejeros por elección y que si los encerrás se mueren de tristeza", por eso algunas personas se lo han querido llevar enlazado por la fuerza.

El día que fue a buscarlo, Gabriela contó que caminaron juntos por más de quince minutos hasta llegar a su casa. "Vivo en un segundo piso y no sabía si el perro iba a poder con las escaleras. Pensé que tendría que levantarlo, pero para mi sorpresa subió solo y sin ningún tipo de problemas".

Para su sorpresa, apenas atravesaron la puerta del departamento, 'Cabezón' se fue directamente hacia el colchón de una plaza, que ella partió a la mitad para que lo usara de cucha, cubierto con corderito para que no pase frío.

Es invisible pero evidente para quien los observa, que entre ellos hay una conexión especial. Gabriela detalló que cuando 'Cabezón' no ve su abrigo va directamente al lugar donde ella lo guarda. "Lo busca, lo pone en su lugar y se acuesta sobre él. Ya tiene sus mañas y es dueño de la casa" a pesar de que es amante de la calle.

Ella también reconoció que a veces no puede buscarlo y alguien la auxilia y lo recogen en auto. "Directamente nos paramos en el cordón, abro la puerta y le pego un grito. Él sube, se sienta y mira a sus compañeros perrunos diciendo 'menos mal que me buscaron porque no tenía ganas de caminar'. Es muy gracioso", relató.

Cabezón y Gabriela, amigos incondicionales.
Cabezón y Gabriela, amigos incondicionales.

Cada mañana, Gabriela y Cabezón salen para rumbos distintos, ella a trabajar y él a descubrir y disfrutar de las aventuras perrunas."Nos acompañamos hasta la esquina de Chacabuco y Tomás Jofré y ahí él decide a dónde ir. Va a la plaza o a una rotisería donde le dan el desayuno, porque su lugar al mediodía es el Comedor Universitario de la UNSL. Siempre lo esperan con una vianda. Es malcriado por todos", dijo emocionada.

Pero Gabriela sabe que 'Cabezón', al ser un amante de la calle, está expuesto a muchos peligros. Sin embargo, a pesar de tener sus años el perro amado por los puntanos no para y le encanta ir ir venir. Ella tiene la esperanza de que en algún momento se canse y definitivamente se quede en casa con ella.

"Siempre digo que no tiene dueño y es mi amigo con todo lo que significa esa palabra. Muchas veces me tocó correr a la madrugada para auxiliarlo y lo haría otras mil veces más en caso de ser necesario", dijo emocionada al mencionado medio local.