Madre sanjuanina relató el drama de su hijo atrapado en las drogas

La mujer pide internación para el menor adicto. Dice que tiene miedo que un día mate a alguien o se mate él.

Madre de menor adicto.
Madre de menor adicto.

Cansada de golpear puertas y no ser escuchada, la madre de un chico de 17 años adicto a las drogas relató a Diario de Cuyo el calvario que atraviesa. La mujer vive en Caucete, San Juan (se reserva la identidad porque su hijo es menor), tiene 8 hijos y es vendedora ambulante. Contó que el menor se droga desde los 11 años y que las Unidades Municipales de Asistencia a las Adicciones y hasta la Justicia de Paz del departamento intervinieron en el caso, pero no logra que el joven se someta a un tratamiento.

Desesperada. Así es como se mostró una mamá que no sabe a dónde pedir ayuda y tiene mucho miedo. “Tengo miedo de que un día mate a alguien o se mate él. Yo quiero a mi hijo con vida y quiero vivir tranquila. Mi hijo lastimó a uno de sus hermanos, obliga a que mi mamá que tiene 83 años le dé plata si no le pega y el fin de semana pasado tuvo una crisis y terminó golpeándose la cabeza con la pared. Se lastimó la cara y me decía que si lo internamos se va a ahorcar”, expresó la mujer.

Desde la Justicia ordenaron la internación domiciliaria del menor tras varios episodios violentos que atentaron contra la vida de su familia y la de él, sin embargo la medida resultó en vano. "El chico ingresó al Proyecto Juan cuando tenía 12 años. En ese momento la institución no estaba preparada para chicos tan jóvenes. A los 3 meses le dieron un alta provisoria, pero él no continuó el tratamiento. Sabemos que estamos ante un caso de policonsumo", comentó Elisa Sánchez, la encargada de adicciones en el departamento.

El joven está atrapado en las drogas desde que tiene 11 años. Inhala pegamento, consume marihuana, alcohol y drogas sintéticas. Además delinque. "Yo doy gracias a todos los que intervinieron, pero quiero que a mi hijo lo internen por la fuerza. Esa es la única forma de que él salga de la droga. Está perdido, me insulta todo el día. Lo mínimo que me grita es gila. A toda hora recorro Caucete buscándolo. No para de jalar -inhalar- la bolsa con pegamento. Nos roba en casa para comprarse droga. Nos tiene amenazados a todos", relató, angustiada.