Tras 27 años, Juan Carlos García decidió que no quería seguir callado y hacer pública una denuncia que realizó en 2017: el cura párroco de Rosario de Lerma, Emilio Lamas, lo violó cuando tenía 16 años y era monaguillo de la iglesia del pueblo.
Lo hizo a través de la difusión de unos audios con su declaración a comienzos de 2017 ante el Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Salta. Así estalló la bomba y la Iglesia tuvo que emitir un comunicado donde reconoce el hecho.
Este lunes y por la fuerte repercusión de los hechos, Juan Carlos García dio una conferencia de prensa donde pidió Justicia y exigió que Lamas, de quién se desconoce su paradero, de la cara.
"Muchos me tildaban de loco y ahora me reclaman por qué no hablé antes. Pero yo sí hablé, yo pedí ayuda a gente que estaba en la Iglesia y nadie me creyó, nadie me ofreció ayuda. Es más, me humillaron", dijo frente a los micrófonos y agregó: "quiero que entiendan que esta verdad que hoy saco a la luz ha arruinado mi vida y yo no fui el único. Ustedes tenían la figura de un hombre popular pero cuando terminaba la misa hacía lo que hizo", expresó.
García recalcó que después de la violación, el sacerdote lo siguió manoseando y besando. "Yo esperaba que alguien entrara para que me ayuden", remarcó entre lágrimas.
También contó que la Iglesia salteña intentó sobornarlo para que no contara nada. "La Iglesia tiene un mecanismo para manipular la mente de la víctima. Tratan entre ellos y con tanta impunidad de trasladar un cura, de mandarlo a otro país, pero a mí ¿quién me repara la vida? Yo he tratado de seguir adelante, pero me ha costado ", confesó.
Finalmente exigió que el padre Lamas aparezca. "Da la cara y decí la verdad, a mí me arruinaste. Les pediste a todos que me callaran, que me humillaran y que me echaran", denunció.
La causa se encuentra en la Fiscalía Penal Nº1 desde el año pasado pero no hubo ningún avance, según informó su abogado Luis Segovia.
