Sector gastronómico salteño pide trabajar hasta medianoche mientras no haya circulación viral

El gobernador Gustavo Sáenz decidió el domingo limitar el horario hasta las 20 horas, y desde el sector aseguran que la situación es insostenible.

Locales gastronómicos salteños sancionados (La Gaceta)
Locales gastronómicos salteños sancionados (La Gaceta)

El sector gastronómico se encuentra atravesando una complicada situación económica durante la pandemia por coronavirus, que no parece poder mejorar prontamente. Esta semana, el Comité Operativo de Emergencia decidió que bares, confiterías y restaurantes vuelvan a cerrar sus puertas a las 20.

Los empresarios piden que se les permita trabajar hasta la medianoche mientras no haya circulación del virus en la provincia; por ahora, únicamente el delivery puede seguir hasta las 24.

Este horario presenta el mismo problema que cuando se les permitió volver a abrir mayo, puesto que los clientes no pueden sentarse a comer a la noche si a las 20 deben bajar las persianas. Se estima a nivel nacional que, como consecuencia de la pandemia, más del 50 % de los locales de todo el país cerraría.

Eduardo Kira, el presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica de Salta, afirmó en diálogo con El Tribuno que el sector está al borde de su destrucción, y que no aprueban la decisión del COE siendo que no hay circulación del virus.

Esta medida del COE se tomó, puesto que se registraron aglomeraciones de gente en las calles y en los locales gastronómicos, sin respetar el distanciamiento social. Sin embargo, Kira sostiene que "hay un excesivo celo policial", que los oficiales son demasiado estrictos y los obligan a cerrar inmediatamente a la medianoche, pero que los lugares que él ha recorrido respetan el distanciamiento y la higiene.

Agregó que, si realmente hay tantos infractores, que sean clausurados, pero que no se castigue a los otros locales siendo que todo el sector está atravesando una situación económica complicada desde el 20 de marzo, y tras ocho semanas de crisis, pudieron abrir sus puertas a mediados de mayo. Entonces también les exigieron cerrar a las 20, lo que prontamente demostró que no alcanzaba ese horario para que pudieran recuperarse.